La cadena de televisión estadounidense Univision hace historia este lunes al transmitir la primera telenovela con un galán abiertamente pansexual.

Se trata del actor brasileño Reynaldo Gianecchini, uno de los protagonistas de “Dulce ambición”, quien en entrevista se declaró “muy consciente” del impacto de haber hablado públicamente sobre su sexualidad.

«Nunca he querido levantar ninguna bandera. Yo creo en la libertad de ser lo que cada quien quiera ser. Creo que todos tenemos muchas facetas dentro y que la sexualidad refleja mucho eso. Yo no tengo miedo de mirar qué hay más allá. No me encajo en ninguna definición”, dijo Gianecchini.

“A la gente le encanta encasillarme. Dicen que soy gay, pero yo no me considero eso. Me considero todo al mismo tiempo. Si hay que tener una palabra para mí, entonces es ‘pan’ (pansexual), porque ‘pan’ es todo”, subrayó.

Aunque ya había terminado de grabar “Dulce ambición”, que en Brasil llevó el título de “A Dona do Pedaço”, el actor de 47 años reconoce el impacto que su decisión de abrir la puerta a su sexualidad ha tenido, desde que dio una entrevista al respecto en septiembre de 2019.

“Estamos en un tiempo muy importante para quebrar varias cosas negativas como el racismo, la homofobia, con las formas que impiden que la gente sean como son, que no sean juzgadas o discriminadas, que no tengan un espacio propio porque son diferentes a la mayoría”, manifestó.

“Si tengo alguna lucha es esa, la de la libertad”, expresó.

En ese sentido, está claro que el hecho de ser uno de los galanes más importantes de la televisión brasileña le ha dado a su decisión una dimensión especial.

Fue la razón por la que decidió abrir la puerta a su vida íntima, después de mantenerla firmemente cerrada tras su divorcio de la periodista Marília Gabriela, con quien estuvo casado entre 1998 y 2006.

“Creo que el papel del artista también es de comunicarse de una forma en la que pueda ayudar a la sociedad. Creo que es muy importante”, señaló.

Gianecchini debutó como actor en 2000, cuando interpretó al joven estudiante de medicina Edu, en la icónica telenovela “Lazos de familia”.

No es un hombre de mirar mucho para atrás. El cáncer que sufrió en 2011 – el mismo que le quitó la vida a su padre – le dejó anclado en el presente. Aun así, reconoce que cuando se ha encontrado en la televisión con algún capítulo se “desespera”.

“Algunas veces me gustaría poder volver a interpretar a Edu con toda la experiencia como actor que tengo ahora. Algunas escenas estuvieron terribles”, afirmó.

Después vinieron grandes producciones como «El color del pecado», «Belissíma», «Verdades secretas» y «La ley del amor».

La última telenovela que hizo antes de la pandemia fue justamente “Dulce ambición”. Su rol de Regis es aparentemente simple, un villano bastante típico, pero termina mostrando una complejidad inesperada a lo largo de la historia.