Empresario, abogado, escritor, y constante defensor de los derechos de la familia. Desde 1970 escribe para los diarios de mayor circulación nacional, en distintos segmentos, tanto jurídicos, empresariales, deportivos, culturales y de apoyo social. Ha escrito más de 150 obras y tiene publicados treinta y tres libros de diversos géneros entre los que destacan novelas, la enseñanza y la filosofía, entre ellos “El amor que me liberó», traducido a más de veinte idiomas. Destacado conferencista en temas de valores familiares, sociales y superación personal. Asesor político y gubernamental; destacado deportista: maestro en artes marciales con múltiples reconocimientos, nacionales e internacionales.

Si juntos lo hacemos, Si todos participamos en la búsqueda de una mejor sociedad, el éxito llegará solo, simplemente porque siempre se ha demostrado que “JUNTOS, SÍ PODEMOS”. Fotos: Cortesía
Si juntos lo hacemos, Si todos participamos en la búsqueda de una mejor sociedad, el éxito llegará solo, simplemente porque siempre se ha demostrado que “JUNTOS, SÍ PODEMOS”. Fotos: Cortesía
Si juntos lo hacemos, Si todos participamos en la búsqueda de una mejor sociedad, el éxito llegará solo, simplemente porque siempre se ha demostrado que “JUNTOS, SÍ PODEMOS”. Fotos: Cortesía
Si juntos lo hacemos, Si todos participamos en la búsqueda de una mejor sociedad, el éxito llegará solo, simplemente porque siempre se ha demostrado que “JUNTOS, SÍ PODEMOS”. Fotos: Cortesía
“Juntos si podemos, y unidos lo hacemos mejor”. Fotos: Cortesía
“Juntos si podemos, y unidos lo hacemos mejor”. Fotos: Cortesía
La sumisión, como la rendición no encarcelan el cuerpo; pero si destruyen el alma y quebrantan el espíritu de lucha que soporta a toda nación. Fotos: Cortesía
La sumisión, como la rendición no encarcelan el cuerpo; pero si destruyen el alma y quebrantan el espíritu de lucha que soporta a toda nación. Fotos: Cortesía
La sumisión, como la rendición no encarcelan el cuerpo; pero si destruyen el alma y quebrantan el espíritu de lucha que soporta a toda nación. Fotos: Cortesía
La sumisión, como la rendición no encarcelan el cuerpo; pero si destruyen el alma y quebrantan el espíritu de lucha que soporta a toda nación. Fotos: Cortesía

 

¿Que son los valores?

Los valores definen los pensamientos de las personas y la manera en cómo desean vivir y compartir sus experiencias con quienes les rodean; y sobre los cuales edifican su vida y prioridades en sociedad, los cuales pueden ser familiares, culturales, religiosos y sociales.

Siempre he sostenido que nuestro país es una gran nación, bendecida y afortunada en todo momento; con gente capaz, valiente, responsable, respetuosa de sus leyes y aún más comprometida con su sociedad.

Hoy nos damos cuenta de que cada día enfrentamos en nuestro entorno diversos retos, engaños, mentiras, catástrofes, situaciones inesperadas, amenazas de todo tipo, inseguridad y alteraciones a nuestro estilo de vida, también concuerdo en ello porque se están violando los valores sociales y por ello cada uno de nosotros debe asumir un liderazgo ético.

Reitero, como lo menciono en mi último libro publicado en España; hay que aprender a: “VIVIR Y SER MEJOR EN FAMILIA”, con respeto a los valores, entre ellos la libertad, porque si no existe en la educación una libre expresión, entonces no habría libertad.

Somos una gran nación, con una historia maravillosa, con legados valiosos y cimientos fuertes; así que “Sí, Permanecemos Unidos, en defensa de nuestros valores familiares y sociales, siempre alcanzaremos nuestras metas”, porque “Juntos Sí Podemos.”

Nuestro Estado, no es la excepción, su fortaleza está en su gente, en la unidad familiar, así como en sus valores y principios; porque siempre crecimos en medio de las buenas costumbres, en medio de la ética moral familiar y bajo la certidumbre de que: “Al actuar bien, nos va bien”.

¿Por qué los valores son tan fundamentales para una sociedad?

Siempre he dicho que los proyectos, sin importar si son grandes o pequeños; cuando los hacemos por la sociedad, con transparencia, honestidad, lealtad, libertad y sentido de responsabilidad cívica, ética y moral, es natural y seguro que se alcanzará el éxito; porque todo lo que se hace para bien, tiene buen fin y un gran futuro. Simple, haz el bien sin ver a quien: ello es la llave que abre puertas y corazones.

Yo los invito a que pensemos siempre de la siguiente manera: “Juntos si podemos, y unidos lo hacemos mejor”.

Claro que hay que iniciar por escuchar a los demás, permitiéndoles expresarse y mostrar sus requerimientos y necesidades; porque en ese momento, saldrá a relucir la virtud y el verdadero valor cívico, ético y moral de las personas; quizá por ello, es que nació la idea de “Educación por la Experiencia”, un proyecto que se desborda en una cascada de beneficios para la sociedad; en la sola comprensión de que todos salimos beneficiados cuando entendemos el significado de: “Lo Bueno de Ser Bueno”, si esto lo aplicamos a todos nuestros actos habituales, en nuestros negocios, relaciones, acciones y enseñanzas, luego entonces se fortalece mucho más la sociedad y ello nos permite tener una mejor. Por ello este proyecto ha impactado hasta en las naciones unidas, y en muchos países no solo de habla hispana. Si brindamos una educación rica en valores éticos y morales; nuestro país será grande, poderoso y su gente alcanzará la prosperidad rápidamente; la buena educación es el camino.

¿Cuál es el costo de no tener valores en cualquier tipo de circulo social?

Es altísimo, ya que dicha sociedad decaerá por si misma quedará disgregada y confundida; ya que sin valores se pierde la libertad y todo lo que ella conlleva, los grupos son arrastrados a la obscuridad del conformismo y con ello se siembra la ignorancia; lo que hace que los integrantes pierdan respeto y progreso; con lo cual son arrastrados a la pobreza y a su destrucción.

Nadie es monedita de oro, y como seres humanos todos tenemos o cometemos errores; ni nuestro pasado es impecable, ni nuestro futuro llegará a serlo; por ello tenemos la oportunidad a diario de luchar y esforzarnos para ser cada vez mejores.

Ello, no nos hará especiales y menos aún nos librará de complicaciones en la vida; pero es la prueba de fuego que va templará el carácter de las personas, es la enseñanza natural que el día a día nos obsequia; ya que la humanidad es necia y siempre se rehúsa a aprender de las experiencias compartidas.

Pareciera que es necesario vivirlo y sentirlo, para experimentarlo y comprenderlo, luego entonces ahí es donde se obtiene el fruto verdadero, por lo bueno de ser bueno, de actuar con sencillez y sin mala fe, dolo o engaño; eso es lo que nos dará siempre algo benéfico como resultado. Simplemente no contemos las caídas y los raspones como momentos malos de la vida; sino como una enseñanza cierta y específica que nos va moldeando y templando el carácter y nos hace distintos y a la vez mejores personas.

Sin embargo, si tomamos conciencia y nos proponemos trabajar en comunidad con la sociedad; esto nos enseñará a buscar el lado bueno de las cosas, y que mejor que lo hagamos con alegría y entusiasmo, ello no cuesta y si rinde grandes frutos para todos.

A fin de cuentas, la vida es mejor para todos cuando la gente se carga de actitudes y propósitos positivos buenos y sinceros; Incluso como abogados la consigna es ayudar a quienes lo necesitan y ser justos, claros y transparentes; porque aún en la victoria debe de haber humildad, sencillez, lealtad, profesionalismo y calidad humana. Sin ensañarse del vencido y no menos preciando o abusando de los demás.

Ayudar al prójimo es una excelente oportunidad de llenarte de energía, es como cuando ayudas a alguien necesitado aún sin conocerlo, sin necesidad de que te lo pida y sin esperar nada a cambio; ya sea compartiendo tu tiempo y energía, entonces estarás bien contigo mismo; no esperas nada a cambio, pero el universo te regala satisfaccion y bienestar.

Es como cuando perdonas a alguien de corazón, cuando no difamas e insultas a quienes te cerraron el paso, eso te da fortaleza, ánimo, energía; porque todo lo que proviene de un acto sincero de apoyo, caridad o ayuda, es una oración, por ti mismo.

¿Cuál es la diferencia entre valores, ética y moral?

Los valores son aquellos principios, virtudes o cualidades que caracterizan a una persona, acción o un objeto que se consideran típicamente positivos o de gran importancia por un grupo social o familia; por ello los valores se pueden clasificar por su importancia según las prioridades de cada persona o de la sociedad en que se reside.

La moral es la encargada de determinar qué conductas son las más adecuadas y cuáles no lo son, en un contexto determinado, se puede afirmar que la moral son las costumbres, normas, tabúes y convenios establecidos por cada sociedad.

Mientras que la ética se refiere a los principios generales que definen qué comportamientos son beneficiosos para todas las personas. La ética, va relacionada y de la mano con el estudio fundamentado de los valores morales que guían el comportamiento humano en la sociedad. Lo bueno de ser bueno en toda profesión o actividad de la vida diaria, no solo desarrolla nuestros valores, sino que la vida nos premia al retornar todo el bien hecho de forma multiplicada, de ahí nace;  la Educación por la Experiencia”.

Todos nosotros, como miembros de una sociedad, tenemos los mismos derechos y obligaciones, debemos saber cuál es la frontera para respetarse unos a otros, y ello lo muestra la educación basada en los valores esenciales de la moral y la ética, entre los que se encuentran los valores de civilidad, libertad, responsabilidad, honestidad, gratitud, convivencia y religión entre otros, en base a los cuales cada sociedad se desarrolla.

Cuidar esos valores, es salvaguardar la libertad y la democracia de nuestra nación.

¿Cómo podemos regresar a los valores inculcados por nuestros mayores?

Es muy simple, empecemos a educar en base a las experiencias éticas y morales que tenemos; la educación basada en la experiencia adquirida por la sociedad; es el mejor camino y nos llevará siempre a lograr nuestras metas.

Sin la experiencia, la humanidad estaría en ceros, sin la educación, no podríamos asimilar los usos y costumbres y de ahí desprender nuestras leyes y reglas de una mejor vida; EDUCAR POR LA EXPERIENCIA, lo es todo, lo enmarca todo y lo resume todo.

Una sociedad en conflicto, a causa de la pérdida de valores, siempre estará enfrentada entre sí, y su futuro cada vez será más obscuro e incierto. En cambio, cuando aprendemos a respetarnos y de igual manera a respetar a los demás, las cosas cambian para beneficio de todos, por ello es magnífico reiterar que siempre habrá beneficio para todos en la sociedad, si sabemos vivir bajo la consigna de “Lo bueno de ser Bueno” porque como resultado ello se convierte en el camino que nos enseñará a ser cada vez mejores. Si juntos lo hacemos, si todos participamos en la búsqueda de una mejor sociedad, el éxito llegará solo, simplemente porque siempre se ha demostrado que “JUNTOS, SÍ PODEMOS”.A los mexicanos nos está invadiendo el miedo, y ello inició cuando se nos olvidó que somos una casta de gente honorable, bravía, entendida, amantes de la libertad, respetuosa y deseosa de un mejor mañana para nosotros y nuestras familias; porque el conformismo sabemos que lleva a la derrota y que detiene la lucha diaria por salir adelante y conseguir un mejor mañana.

¿Tener valores o ser una persona con valores, es igual a ser anticuado?

Tener valores te hace un triunfador, nunca un anticuado. cuando tienes valores, te conviertes en la persona más afortuna y prospera que puede existir; porque de ti saldrán solo acciones positivas, que te ayudan, pero que también benefician a los demás.

Para nosotros los mexicanos; ser triunfadores, es algo que llevamos en la sangre, es una energía vital que revitaliza al campesino, obrero, empleado, oficinista, profesionista y empresario; porque siempre cuando se habla de los mexicanos, se piensa en gente luchadora y triunfante, con capacidad, responsabilidad, solidaridad, voluntad, gratitud, compromiso y valor titánico para enfrentarlo todo

Un hombre con valores, ética y moral; en los malos momentos no se hinca y mendiga. Porque tiene el valor para pedir de frente y sabe corresponder a ello; así es como se sostiene siempre con dignidad, humildad, compromiso, sencillez y valentía, siempre de pie y con la cara en alto.

¿Ha quedado en evidencia durante esta pandemia que nos hace falta practicar más nuestros valores, ética y moral?

Claro, pero la sociedad no tiene la culpa; el gobierno ha propiciado esta pérdida de valores, porque una sociedad dividida, sin unión y sin principios éticos y morales, que carece de todos los valores; es más fácil de gobernar, de manipularse y de sacarle provecho. Por ello dispersan malos ejemplos, para debilitar la estructura social.

Hoy en día la sociedad tiene miedo de actuar positivamente, porque es algo distinto a lo que ven en todas partes; no aceptan el querer ser mejores personas; pero si lo quieren imponer a sus hijos; es un miedo confuso y carente de sentido. Por ello es que te comento, Educar en base a la experiencia de la propia sociedad, es el camino para recuperar lo perdido.

De niños nos atrevíamos a andar descalzos, sin miedos o temores; todo lo que nos rodeaba y sorprendía, nos arrebataba una sonrisa; nuestro rostro se inundaba de alegría y nuestro espíritu crecía fuerte e indomable; porque sabíamos que podíamos conquistar el mundo, simplemente porque no esperábamos nada a cambio. nuestra vida es una obra de arte, en la cual escribimos cada día y en donde no sentimos la necesidad de borrar el pasado, todo suma en experiencia para el presente y se acumula para un mejor futuro.

Y ahí no había caminos difíciles o situaciones que no se pudieran vencer; porque nos sentíamos parte de todo y de todos y vivíamos en una sociedad con legitimidad, fraterna, clara, transparente, con valores bien definidos, sin mentiras o engaños y con unos conceptos de vida bien sustentados.

Actualmente al crecer sin esa siembra de civismo, ética y moral, se empezaron a perder los valores, esto fue como un virus que contagió a todos y debilitó la estructura familiar, que es la base necesaria para una excelente sociedad; ahí fue que la comunidad empezó a caer y a debilitarse, los olvidados o repudiados se refugiaron en vicios y caprichos; olvidaron su compromiso social y empezaron a creer y a pensar solo en el bien de ellos, ignorando la frontera de valores para con los demás; ahí es cuando los mañanas se convirtieron en caminos difíciles y en donde se alteraron nuestros destinos.

 

¿Cuál es la diferencia entre tener educación y tener valores?

No debe haber diferencia, todos debemos de alimentarnos de ambas.

Es muy simple, el que más sabe, cree tener más derechos y no es así; estamos en una sociedad en donde todos somos iguales y no debiéramos aprovecharnos de las carencias de los demás para sacar provecho.

Pero sin las reglas de la educación, sin un conocimiento de la ética y moral social; aun actuando de esa manera no son los ciudadanos los culpables, sino la autoridad por haber llevado al colapso y desaparición esas fórmulas de sostenimiento social que a todos beneficia.

¿Cuál es la diferencia entre tener educación y tener valores?

Sin una buena educación con bases cívicas, éticas y morales; ninguna nación será progresista.

Yo siempre he afirmado que: La sumisión, como la rendición no encarcelan el cuerpo; pero si destruyen el alma y quebrantan el espíritu de lucha que soporta a toda nación.

Tener valores, también hace tener fe en uno mismo y en los que te rodean, es una buena vibración, que el mundo entero necesita, es un sentimiento, un pensamiento; es la voz del amor, de la amistad, de las relaciones genuinas.  Es una expresión de gratitud silenciosa de tu ser, que te ayuda a ser mejor cada día y que a la vez resulta ser de ayuda para los demás.

¿Cuál sería el resultado si toda la sociedad combinara una educación con valores?

La educación que se otorga con libertad, transparencia, ética y moral; es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de personas y sociedades.

Si fuera así, entonces tendríamos una formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen; en donde se deberá fomentar la transmisión de conocimientos de una a otra persona, en base a un programa bien estructurado para su correcta impartición, para que esta adquiera una determinada formación social.

Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos. La educación es necesaria en todos los sentidos; la sociedad la necesita y no se le puede dejar a un lado o condicionarla. Por ello la educación en los primeros niveles es tan importante; porque ahí es en donde se siembran los valores éticos y morales que moldean a una sociedad y que, en base a ellos, se puede alcanzar con toda libertar el éxito y preparación necesarios para triunfar en la vida; tanto en forma individual y como nación.

El principal objetivo de la educación: es sin lugar a dudas el desarrollo integral de la persona, sin vulnerar sus derechos y menos aún su libertad en todos los sentidos.

En donde además de sus evidentes beneficios para una vida más plena y mejor, la educación puede contribuir a la mejora de la sociedad en su conjunto; una sociedad en la que la gente sea consciente de sus derechos y deberes.

Por ello mismo la educación no puede ser condicionada, y menos aún se debe de impartir como una doctrina; ya que con ello se violarían derechos humanos, así como también la libertad de pensamiento, cayendo la sociedad en un caos que permitiría el sometimiento y manejo de las voluntades de los individuos adoctrinados, si lo permitimos nuestros niños y jóvenes serian como las huestes Hitlerianas.

Recordemos siempre que cuando los grandes imperios han perdido su estructura cívica y con ello sus valores éticos y morales, esos gobiernos han terminado por desaparecer.

Una sociedad que por conformismos permite que se pierdan sus valores; no tiene nada que la soporte. El conformismo, como el sometimiento, no construye naciones; solo las destruye y aniquila. Un país sin valores; siempre caerá en el conformismo.