La cantante Taylor Swift llegó a los extremos en una de sus presentaciones en Los Ángeles, ya que utilizó un software de reconocimiento facial para detectar acosadores que se encontraran dentro del público, así lo informaron los medios locales.

 

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Here we can observe an Australian swiftlet in her natural habitat, a turtleneck. ?

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Por obvias razones, esta declaración causó una cierta polémica entre los asistentes al show y las personas en general, según con la revista Rolling Stone, un director de seguridad con conocimiento sobre el concierto, Mike Downing explicó la situación.

De acuerdo con la información brindada por Mike, el equipo de la intérprete instaló una carpa en la que los admiradores de Taylor podían ver videos donde podían disfrutar de sus ensayos mientras sus caras eran detectadas por un programa.

«Todos los que pasaban se detenían y lo miraban, y el software comenzaba a funcionar», dijo Downing al comentar que las imágenes captadas eran enviadas a un centro de mando instalado en Nashville para que se compararan con los acosadores de Swift.

Dicha medida de vigilancia se sabe que no fue notificada por los asistentes, por lo tanto ha generado controversia en diversas organizaciones civiles que velan por los derechos humanos.

Al respecto, la investigadora de Human Rights Watch, Sarah Vincent señaló que tanto la artista como las empresas en general «tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos, y deben asegurarse de que cualquier vigilancia que realicen esté realmente limitada a lo que es estrictamente necesario para lograr un objetivo legítimo».

Ante el drama ocasionado tras el descubrimiento del sistema utilizado por la intérprete de «Delicate», los medios realizaron un recuento de su historial en cuanto a sus anteriores acosadores como Erick Swarbrick, quien mantiene una orden de alejamiento o Mohammed Jaffar, condenado a 6 meses de cárcel y 5 años de libertad condicional tras aparecerse en su casa cinco veces durante dos meses.