La actriz mexicana Salma Hayek y su esposo Francois-Henri Pinault renovaron sus votos recientemente, el francés organizó una pequeña ceremonia sorpresa en la playa de Bora Bora en la que fungieron como testigos las hija de los esposos, Valentina Paloma y Mathilde Pinault, fruto de la relación anterior del empresario.

La íntima celebración se vio protagonizada por el look informal de los novios, pues según Salma fue timada por su familia. «Yo hubiera escogido otro vestido pero me dijeron que íbamos al spa», comentó bromeando.

El ritual de boda 

Una gran diferencia se notó en comparación con la fiesta en Venecia realizada unos años atrás, con la que estaban a punto de oficiar teniendo el mar como testigo.

Sellaron su amor con un pequeño rito haitiano, un sacerdote dio fe a la mágica unión en la que realizaron intercambios de coronas y collares de flores, además disfrutaron de una lluvia de pétalos de rosas que cayó sobre ellos y al dar el sí, les fue otorgado un certificado de matrimonio.

El momento más conmovedor fue cuando ambos dijeron el «sí, acepto», los dos unieron sus manos mientras caía agua de una caracola, luego, mostraron unas hojas que sellaron su enlace.

En una fotografía capturada se aprecia un curioso fenómeno a lo que los fans denominaron como aura, «¿alguien me puede explicar qué es el rayo de luz de color que aparece en esta foto?, se preguntó Hayek.

Para finalizar, la recién casada siguió con la tradición y lanzó al aire su ramo de novia, Valentina y Mathilde corrieron para atraparlo entre risas. Bora Bora fue el destino elegido para volver a jurarse amor eterno, en el 2009, la pareja contrajo matrimonio por el civil en París y en abril del mismo año festejaron su boda en Venecia, Italia.