Después de ganar el Óscar a la mejor película y tras casi dos años de producción, Guillermo del Toro vuelve a desplegar su universo en la gran pantalla con «Nightmare Alley», una vuelta al «film noir» que fascinó a Hollywood en los años 40 y 50.

«Es un género cinematográfico visualmente espectacular. Está, por un lado, emparentado con el cine de horror por el expresionismo alemán pero, por otro lado, exige superficies lujosas y una ambientación delicadísima y detalladísima», asegura el cineasta.

El estatus del que goza Del Toro en la industria cinematográfica le ha permitido conseguir lo imposible en un Hollywood dominado por las franquicias; contar con un presupuesto «suficiente (pero nada extraordinario)» y un reparto estelar (encabezado por Bradley Cooper y Cate Blanchett) para rodar una historia muy particular con una factura impecable.

Además de Cooper y Blanchett, Del Toro ha contado en la película con un ilustre elenco de actores, entre ellos Rooney Mara, Toni Collette, Willem Dafoe, Richard Jenkins, Tim Blake Nelson y Holt McCallany.

«Nightmare Alley», que se estrenó el pasado 17 de diciembre y llegará a otros países durante las navidades, cuenta los vaivenes de Stanton Carlisle (Bradley Cooper), un ambicioso mentalista con gran talento para embaucar que viaja a Chicago dispuesto a vaciar los bolsillos de los más acaudalados.

El argumento adapta la novela homónima publicada en 1946 por William Lindsay Greshan, en la que su protagonista aprende en un circo de la periferia de la ciudad, repleto de personajes en los márgenes sociales, hasta que decide marchar a la capital, donde se rodea de un lujo que encierra otro tipo de brutalidad.