Ella sigue formando parte del Comité 68 Pro Libertades Democráticas, creado y dirigido por el también luchador social, Raúl Álvarez Garín. Fotos: Cortesía Wendy Rufino
Ella sigue formando parte del Comité 68 Pro Libertades Democráticas, creado y dirigido por el también luchador social, Raúl Álvarez Garín. Fotos: Cortesía Wendy Rufino
"Yo participé como activista en la asamblea permanente que había en mi facultad. Muchas veces presidida por José Revueltas o Roberto Escudero, que era nuestro líder y uno de los principales líderes del movimiento". Fotos: Cortesía Wendy Rufino
Ella sigue formando parte del Comité 68 Pro Libertades Democráticas, creado y dirigido por el también luchador social, Raúl Álvarez Garín. Fotos: Cortesía Wendy Rufino
Ella sigue formando parte del Comité 68 Pro Libertades Democráticas, creado y dirigido por el también luchador social, Raúl Álvarez Garín. Fotos: Cortesía Wendy Rufino
"Yo participé como activista en la asamblea permanente que había en mi facultad. Muchas veces presidida por José Revueltas o Roberto Escudero, que era nuestro líder y uno de los principales líderes del movimiento". Fotos: Cortesía Wendy Rufino

52 años después de la matanza de Tlatelolco aún no ha llegado la justicia para las víctimas. A través del Comité 68 Pro Libertades Democráticas, creado en el año 2000, específicamente para exigir castigo para los responsables por la masacre del 2 de octubre de 1968, hoy la principal demanda es que Luis Echeverría Álvarez no quede impune. Citlali Martínez, una de las sobrevivientes del movimiento estudiantil de 1968, activista e historiadora, compartió que sigue luchando por justicia para sus compañeros y las víctimas colaterales que perecieron en aquellos años. Ella sigue formando parte del Comité 68 Pro Libertades Democráticas, creado y dirigido por el también luchador social, Raúl Álvarez Garín.

“Raúl no cesó hasta su muerte en exigir que se procesara, se castigara y se encarcelara a los responsables, especialmente a Luis Echeverría Álvarez. Hasta la fecha yo participo en el comité y nuestra principal demanda en estos momentos es que se juzgue, se castigue y encarcele a Luis Echeverría Álvarez, que es de los pocos que quedan, ya muy anciano”. Y es que todos los delitos que se cometieron durante el movimiento del 68 y especialmente los de octubre, se consideran como crímenes de Lesa Humanidad y como un genocidio; éste no prescribe, asevera.

 

SUS PRIMEROS AÑOS COMO ACTIVISTA

Rosa Citlali Martínez Cervantes en 1968 contaba con tan sólo 20 años de edad. Estaba estudiando la licenciatura de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero también estaba involucrada en el activismo estudiantil.

“Ya traía antecedentes familiares. Somos una familia de izquierda, había participado en los movimientos estudiantiles de aquí de Morelia cuando estaba en la secundaria y en la preparatoria. Desde luego cuando empezó el movimiento del 68, no dude en incorporarme”.

Aunque existe la tendencia de limitar el movimiento del 68 al 2 de octubre, por el sangriento hecho perpetuado por el Estado en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, la historiadora retoma que, en realidad, empezó desde el 23 de julio y concluyó el 4 de diciembre que se levantó la huelga en todas las escuelas que estaban participando.

Yo participé como activista en la asamblea permanente que había en mi facultad. Muchas veces presidida por José Revueltas o Roberto Escudero, que era nuestro líder y uno de los principales líderes del movimiento. Participé en las grandes manifestaciones que se hicieron, en los mítines, en los festivales culturares. De ahí se dio a conocer artistas como Óscar Chávez, José de Molina y otros cantantes importantes”, recordó.

Durante todo el movimiento hubo represión permanente de parte del estado, con la policía y el ejército, unas veces menos fuerte, otras más, hasta que desembocó en la masacre del 2 de octubre.

 

VIVA POR CASUALIDAD

Citlali Martínez no estuvo en el fuego cruzado de la Plaza de las Tres Culturas, pues ese día, narra, antes pasó a visitar a un compañero que permanecía hospitalizado de gravedad. “Ya iba para allá con mi hermana, pero pasamos al hospital de Xoco a ver cómo seguía un compañero al que en una de las corretizas golpearon en la cabeza y le provocaron meningitis. Duró dos meses en estado de coma hasta que murió. Ese día tuvo una crisis. Cuando lo estabilizaron ya nos íbamos al mitin, cuando empezamos a escuchar en la radio lo que estaba pasando en Tlatelolco, ya no llegamos…”.

Después de esto siguieron días muy tristes y de descontrol. La mayoría de los líderes estaban presos, muchos estudiantes se asustaron y se retiraron, a otros sus familias les prohibieron que siguieran en el movimiento. Disminuyó mucho el número de actividad, no obstante, se mantuvieron las asambleas permanentes. “Había miedo, impotencia, rabia, había todo, sin embargo, no queríamos levantar la huelga. Varias veces se votó y se decidió continuar la huelga hasta el 4 de diciembre que vimos que ya no era conveniente seguir y la levantamos con un manifi esto que escribió mi líder de la facultad, Roberto Escudero”.

 

 

HABRÁ SEGUNDA PARTE DE «CUÉNTAME TUS HISTORIAS»

En el año 2018, a 50 años del movimiento del 1968, Citlali Martínez publicó el libro “Cuéntame tus historias” y está la inquietud de darle continuidad al proyecto que, explica, contiene sólo la primera parte de este suceso histórico, “porque lo quise sacar precisamente por los 50 años y está pendiente la segunda parte”.

Sucede que “he estado muy enferma y no he podido continuar, traigo el proyecto en la cabeza, pero no he podido ponerme a escribir”, pero aplaude que por otro lado se le esté haciendo eco a las voces que siguen pidiendo justicia.

“Qué bueno que sigue permanente el recuerdo del movimiento del 68, porque cambiaron mucho las cosas en México desde entonces, aunque sigue habiendo problemas, violencia e impunidad, pero no hay comparación con el estado autoritario y represivo que teníamos en ese tiempo”, concluyó.