De los escritos por Jorge Luis Borges, «Las ruinas circulares» es el cuento predilecto de María Kodama, su viuda, una de las personalidades que este lunes compartió sus rincones favoritos de la literatura borgiana en el 121 aniversario del nacimiento de un autor argentino y universal.

Es la Biblioteca Nacional argentina Mariano Moreno, institución que el propio Borges dirigió durante 18 años, la que congregó a diversos autores en una de las múltiples actividades que se llevan a cabo en una jornada en la que, por el cumpleaños de Borges, se festeja el «Día del Lector» en Argentina.

El codirector del Centro de Estudios y Documentación Jorge Luis Borges dependiente de la Biblioteca Nacional, Germán Álvarez, dijo que en estos «momentos difíciles» por la pandemia del coronavirus que afrontan el país austral y el resto del mundo, querían aportar su «granito de arena» a través de su patrimonio.

«En estos momentos tan especiales que vivimos en el mundo planteamos un festejo virtual a través de las redes, en ese mundo virtual que un poco Borges también imaginó», afirmó Álvarez.

Por eso convocaron, además de a Kodama, a escritores argentinos como Martín Kohan, Guillermo Martínez y Juan Sasturain para que explicaran cuál es el relato de Borges que más les marcó, el cuento que quedó grabado en sus memorias para siempre.

«Nos cuentan de manera sucinta, con sus impresiones, con sus palabras, su cuento favorito de Borges, cuáles fueron los motivos que suscita la elección. Queremos que conmemoren el momento de la primera lectura, de las sucesivas lecturas, cuáles son sus nuevas impresiones», recalcó sobre el propósito de la actividad virtual.

Kodama, en el vídeo compartido por la Biblioteca Nacional en el que explica su elección, aseguró que cuando leyó el cuento por primera vez no entendió «intelectualmente nada».

«Después entendí por qué quedé fascinada por ese cuento (…), aprendí que lo que me había fascinado a mí es que la prosa de Borges tiene un ritmo, es una prosa poética», indicó la también escritora.

Para la viuda del escritor fallecido en 1986, si hubiera «una ley que dijera que hay que destruir la obra de todos los autores salvando una sola» elegiría el cuento «Las ruinas circulares».

Martín Kohan seleccionó el cuento policial «Emma Zunz», incluido en el libro «El Aleph», mientras que Guillermo Martínez se quedó con el relato que da título a esa obra y que la cierra, «El Aleph», una de las joyas de su bibliografía.