Ciudad de México. 1971

Psicoterapeuta Humanista Gestalt

Fotos: Imelda Medina
Fotos: Imelda Medina
Psicoterapeuta Humanista Gestalt. Fotos: Imelda Medina
Psicoterapeuta Humanista Gestalt. Fotos: Imelda Medina
“La vida es un continuo aprendizaje”. Fotos: Imelda Medina
“La vida es un continuo aprendizaje”. Fotos: Imelda Medina
“La vida es un continuo aprendizaje”. Fotos: Imelda Medina
“La vida es un continuo aprendizaje”. Fotos: Imelda Medina
Psicoterapeuta Humanista Gestalt. Fotos: Imelda Medina
Psicoterapeuta Humanista Gestalt. Fotos: Imelda Medina

 

Psicoterapeuta de Adolescentes y Adultos con 15 años de experiencia

Áreas de especialidad:

  • Adolescentes
  • Acompañamiento Tanatológico.
  • Talleres y Conferencias
  • Rituales y Meditaciones
  • Reiki
  • Terapia Floral
  • Cristales y Cuarzos.

 

1 ¿Por qué se dice que la adolescencia es una de las etapas más difíciles de la vida?

La adolescencia es un renacimiento, una etapa de transición entre la niñez y la adultez. Mientras esto sucede los adolescentes experimentan cambios importantes y significativos, desde lo físico, hasta lo emocional y mental. Lidiar con todo esto suele ser para muchos doloroso. El adolescente puede sentirse incomprendido, confundido, temeroso, ensimismado y en muchos casos los adultos no suelen ser comprensivos ni empáticos.

2 ¿Qué factores influyen para tener una buena o mala adolescencia?

Definitivamente el ambiente. Mientras el adolescente se ajusta a todos los cambios que va viviendo, pasará por un sinfín de emociones, procesos, cambios.

Cuando menciono ambiente me refiero no sólo a la familia, influyen también los amigos, compañeros de colegio, medios de comunicación, todos éstos influyen de forma positiva o negativa en el adolescente.

3 ¿Qué hacer cuando hay mal comportamiento de parte del adolescente hacía sus padres o tutores?

El adolescente tiene que tener bien claras sus figuras de autoridad, saber cuáles son las consecuencias ante un mal comportamiento. Los padres y tutores necesitan tenerlo claro también, cuándo no es así, el conflicto aumenta pues comienza una guerra de poder. Estamos viviendo una generación de mucha permisividad por parte de los padres y de poca tolerancia por parte de los hijos.

4 ¿Qué tanto tienen que ver de las bases de la infancia en la adolescencia?

Son fundamentales. Los padres tenemos que construir desde la infancia la estructura adecuada para que cuándo nuestros hijos lleguen a la adolescencia tengan una figura clara de autoridad en un contexto seguro. Esta red de apoyo se va tejiendo con respeto, limites, comunicación asertiva y afectividad mutua.

5 ¿Cómo detectar cuando un adolescente está pasando un mal momento?

A través de la observación, si como padre o madre estoy cercano y hay comunicación mutua, voy a poder más fácilmente identificar un cambio en su comportamiento. Es responsabilidad de los padres estar atentos a todo lo que influye en la vida de su adolescente, amigos, escuela, redes sociales, lugares de reunión. No dar por sentado que ese cuidado le corresponde a alguien más o que el adolescente tendrá siempre la capacidad de discernir, el sentido común es algo que va a ir desarrollando poco a poco, mientras eso ocurre, los padres y tutores tenemos que estar pendientes de ellos.

6 ¿Qué tan importante es dictar al joven límites en cuanto a respeto y libertad?

Los límites siempre son importantes, nos sirven para auto regularnos. En la adolescencia son fundamentales pues la necesidad emergente en cualquier adolescente es ejercer su libertad entre otras cosas y si no hay un contexto claro para ello, continuamente buscará la forma de evadirlos. El respeto y la libertad deben ser mutuos. La libertad es esencial para todo ser humano y el adolescente debe aprender a vivirla con responsabilidad y a asumir las consecuencias cuando no respeta los límites, por eso la importancia de la comunicación y el consenso. Los padres somos su figura de autoridad y los adolescentes necesitan tener clara esa figura pues eso les da seguridad y soporte. Con empatía, respeto mutuo y una comunicación asertiva poner los límites adecuados a cada situación.

7 ¿Cómo acercarse a un adolescente que hace o sufre bullying?

Si como padres o tutores estamos atentos, observaremos los cambios de comportamiento en el adolescente, el bullyng es muchas veces tolerado o minimizado, tanto en el victimario como en la víctima y aquí incluiría también al observador sea adulto o adolescente. En cualquier postura que se encuentre el adolescente necesita y debe recibir ayuda. El respeto al otro es fundamental. Si un adolescente está sufriendo bullyng hay que intervenir pues él no está sintiendo la fuerza suficiente para defenderse ante un ambiente hostil o existe en él la creencia de que lo merece o de que no puede lidiar con esa situación.

8 ¿Qué secuelas puede dejar una mala experiencia en la adolescencia?

El adolescente está renaciendo y pasará por diversas situaciones, algunas de ellas dolorosas. A través de todas ellas descubrirá quien es realmente, sus fortalezas, capacidades, cualidades, así como sus debilidades, defectos y errores.

La vida es un continuo aprendizaje y si algo quiere el adolescente es experimentar y a veces los padres queremos evitar que eso ocurra, si continuamente los estamos limitando no aprenderán a vivir las consecuencias positivas o negativas de sus decisiones.

9 Al darse cuenta de un problema, ¿en qué momento los padres o tutores deben buscar ayuda profesional?

Es importante primero hablar con él sobre la situación, buscando la solución adecuada en familia. La alternativa de la psicoterapia debe ser consensuada, es decir, de mutuo acuerdo, eso es lo ideal. Habrá ocasiones donde ya sea por parte del colegio se pida ese apoyo o que los papás lo decidan y está bien, recordemos que somos adultos y como tal nos corresponde tomar decisiones y si para nosotros el acompañamiento terapéutico puede ser una opción, no la descartemos.

10 En este tiempo de encierro por el Covid-19, ¿cómo se puede nutrir la relación padres e hijos?

A través de la calidad del tiempo que les dediquemos. Fomentar el diálogo, el reconocimiento de las emociones y a la forma de pensar de cada quien, el respeto a los espacios y los silencios. Fomentar el consenso, realizar actividades en donde todos participen, se involucren, tomando en cuenta la opinión y las ideas del otro, que cada miembro participe con una tarea en la que la familia se vea beneficiada, la cooperación fomenta la responsabilidad, da sentido de pertenencia y pone a prueba nuestra capacidad de crear.