Antes de que “Parasite” de Bong Joon Ho pasara a la historia como la primera película no hablada en inglés en ganar el premio mayor de los Oscar, el director sudcoreano hizo una modesta petición al público estadounidense: no tengan miedo a los subtítulos.

Al recibir el premio a mejor película extranjera en los Globos de Oro el mes pasado, el cineasta quien ha trabajado en Seúl y Hollywood, dijo: “Una vez que superan la barrera de una pulgada de los subtítulos entrarán a muchas más películas increíbles”.

Al reflexionar sobre estas palabras el domingo tras bambalinas en los Premios de la Academia con varias de sus estatuillas en la mano, Bong se preguntó si esas barreras ya están desapareciendo. Tenía una buena razón para pensar así. En una emocionante y estruendosa sorpresa, el revolucionario triunfo de “Parasite” terminó con más de nueve décadas de monopolio del inglés en el más importante premio cinematográfico.

“La gente ya está superando estas barreras a través de servicios de streaming, YouTube, y redes sociales”, dijo Bong a través de un traductor. “En el ambiente en el que vivimos ahora, creo que todos estamos conectados. Naturalmente llegará el día en el que no importe si es una película de lengua extranjera o no”.

El alcance de Hollywood ha llegado por mucho tiempo a todos los rincones del planeta, pero es mucho menos frecuente que el flujo sea a la inversa. Es una industria exportadora, no importadora, a pesar de que fue creada principalmente por inmigrantes. La noche de los Oscar suele ser una mirada hacia el interior.

Pero esto está cambiando y no hay mejor prueba de ello que los ganadores del fin de semana. Antes de que “Parasite” ganara varios Oscar, la directora chino-estadounidense Lulu Wang de “The Farewell» triunfó en los premios Film Independent Spirit. El drama familiar de Wang tiene un elenco asiático y fue filmado en mandarín e inglés.

“The Farewell”, una de las películas independientes mas taquilleras del año pasado, también ganó un premio a la mejor actuación femenina de reparto para la china Zhao Shuzhen. Wang agradeció a los Film Independent por “reconocer a una mujer de China que muchas personas en el año apenas podían pronunciar su nombre”.

“Parasite” fue, de muchas maneras, una extraordinaria excepción a la norma. La película, una tragicomedia feroz sobre una familia de estafadores que vive de una familia rica, inspiró halagos universales por su ingeniosa construcción y por la gran dirección de Bong, cuyas dos películas anteriores (“Okja” para Netflix y “Snowpiercer” para el sello Radius de The Weinstein Company) estaban habladas principalmente en inglés. Su maestría era tal, que los votantes de la academia difícilmente podían negarla.

Y el afable Bong, un cineasta cuyas manipulaciones de géneros fílmicos le deben mucho a los cineastas estadounidenses a los que constantemente ha elogiado en su camino hacia la gloria de los Oscar, ya era bastante respetado en Hollywood — al igual que en Corea, donde sus películas suelen ser un éxito. «Parasite» ha sumado 35,5 millones de dólares en Estados Unidos y Canadá, pero en Corea de Sur ha recaudado 72 millones.

Bong fue apreciado, también, por intimidar con la mirada a Harvey Weinstein en una batalla por el corte final de “Snowpiercer”.

“Parasite” debutó en el Festival de Cine de Cannes en mayo, donde la respuesta fue tan apabullante, que el jurado presidido por el mexicano Alejandro González Iñárritu dijo que su elección de la Palma de Oro fue unánime. La distribuidora independiente Neon, encabezada por Tom Quinn, preparó a “Parasite” para una campaña rumbo a los Oscar para una película no favorita, pero recibió un gran impulso al ganar en los premios SAG.

“Parasite” también es parte de una ola iniciada hace unos años. Es la 11ª cinta no hablada en inglés nominada a mejor película después de “Amour” y “Roma” del mexicano Alfonso Cuarón, que el año pasado estuvo cerca de vencer a “Green Book”. La película muda de 2012 “The Artist” era una producción francesa. Y antes de que Bong ganara el premio a mejor director el domingo, sólo dos de los últimos 10 directores galardonados han sido estadounidenses.

En una época en la que el discurso nacional suele ofrecer señales de diferentes actitudes sobre la frontera, los Oscar han ido en otra dirección. El lunes Asia Society dijo sobre el triunfo de “Parasite”: “Sin duda este es un gran momento para construir puentes”. La victoria de la película resonó a nivel mundial y especialmente en su país de origen. Un encabezado en el más importante diario de Corea del Sur, Chosun Ilbo, decía: “¿Pueden creer que ‘Parasite’ ganó el premio a mejor película? Reescribió 92 años de historia de la Academia”.