Con todas las polémicas que embargan en estos momentos a la vida de Meghan Markle, dio una increíble sorpresa al aparecer en los Premios de la Moda Británica 2018 celebrados en el Royal Albert Hall de Londres ayer por la noche.

Meghan Markle aparece sorpresivamente en los British Fashion Awards

En dicha participación, la duquesa de Sussex fue encomendada para hacer la entrega del premio al Mejor Diseñador del años a Clare Waight Keller, la directora creativa de Givenchy y la mujer que diseñó y creó su vestido de novia.

Con un discurso feminista fue como Meghan abordó la conexión personal que tiene cada persona con la ropa y la importancia de apoyar a las mujeres: «Como todos los que están en esta sala saben, tenemos una conexión con lo que vestimos. A veces es muy personal, a veces es emocional. Pero para mí, esta conexión tiene su raíz en ser realmente capaz de entender que se trata de apoyarnos y empoderarnos unos a otros, especialmente como mujeres«, apuntó.

Meghan Markle aparece sorpresivamente en los British Fashion Awards

La reconocida diseñadora quien de inmediato subió al escenario al concluir las conmovedoras palabras de Markle recogió su premio de manos de la esposa de Enrique de Inglaterra, quien le dedicó una palabras de agradecimientos en su «speech». 

Meghan Markle aparece sorpresivamente en los British Fashion Awards

«Conocí a Meghan a un nivel muy personal, y que alguien como ella confíen en ti en un momento increíble en su vida es el honor más increíble que puedes vivir y no podré agradecértelo lo suficiente», dijo Keller totalmente conmovida.

Markle quien era una importante invitada a la gala, pero que no se contaba con su presencia por el estricto código de la Realeza Británica asombró con su llegada portando un vestido negro de terciopelo de silueta asimétrica que marcaba su avanzado estado de embarazo.

El tradicional cabello recogido fue parte de su look, brazaletes dorados y un make up muy natural que resaltaba sus rasgos que la caracterizan, sin embargo, la royal notablemente rompió el protocolo de la familia al lucir las uñas pintadas de color negro, algo estrictamente prohibido por la reina Isabel II.

Cada vez se hace menos extraño que la integrante de la familia Real Británica quiebre las reglas del Palacio de Buckingham cerrando ella misma la puerta del coche, utilizando bolsos cruzados, o besando y abrazando en vez de dar la mano, sin mencionar la firma de autógrafos ni que decir del día de su bando en donde llegó sola y después del brazo de Carlos de Inglaterra hasta el altar.