Una vez que egresé de la subespecialidad trabajé en México por un espacio de tres años en el Hospital Ángeles del Pedregal, en el Centro Médico Dalinde, estuve adscrito al servicio de coloproctología en el Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza y una vez que concluí mi estancia, después de 12 años de estar viviendo allá, me vine a Puebla y aquí he estado básicamente en el Hospital Ángeles y en el Hospital Puebla a nivel particular y a nivel de institutos de salud pública, en el Hospital General del Norte. Pero atiendo a pacientes en cualquier hospital como la Beneficencia Española, Betania o Upaep, entre otros. Son ya 18 años de ejercer la profesión.

¿QUÉ TIPO DE CASOS ATIENDE CON REGULARIDAD?

Padecimientos benignos, desde enfermedad hemorroidal, que es lo más frecuente; fisura anal, enfermedades de transmisión sexual, colitis y también cáncer. Hay mucha incidencia e incremento de cáncer hoy día, sobre todo en pacientes jóvenes. También atiendo padecimientos de diverticulitis y problemas de cáncer de colon.

¿QUÉ LO LLEVÓ A DECIDIR QUE QUERÍA SER MÉDICO?

Desde que era pequeño siempre tuve la orientación de mis padres al ser médicos y la afinidad por la carrera de Medicina. Yo acompañaba a mi mamá a ver pacientes, no me daba asco ver las secreciones propias del ser humano y más grande, cuando iba en la preparatoria y había oportunidad, entraba a cirugías con mi padre. Ahí corroboré la inclinación y la aptitud para ser médico. Después de estudiar la carrera y al llevar a cabo la especialidad en el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, me percaté que una de las subespecialidades que tenía más auge y donde me podía desarrollar de forma más amplia era la coloproctología, que abarca enfermedades malignas y benignas. Es decir, cáncer y enfermedades que no requieren más que estudios de gabinete como endoscopias, cronoscopias, manometrías y ultrasonido y eso me dio inquietud.

¿QUÉ VALORES DEBE REUNIR UN PROFESIONAL DE LA MEDICINA?

Es muy triste decirlo, pero se ha perdido mucho la ética. El principio básico es curar al paciente, curar el dolor del enfermo, pero a veces no solo el dolor de la enfermedad, es también ver al paciente de forma integral, atenderlo desde el punto de vista emocional. A veces lo que necesita, más que nada, es un apoyo, algo que lo reconforte, algún estímulo. Más que una medicina o un antibiótico, es ser escuchado y ser atendido. Ahí es donde yo trato de hacer hincapié en mis tratamientos y en mis tratos. Hay que basarnos en la honestidad y los principios que rigen la medicina, no me gusta inventar diagnósticos u obtener beneficio de la ignorancia de los pacientes.

¿CUÁL ES SU COMPROMISO CON LOS PACIENTES?

La honestidad. Yo decidí colocar una cámara para que el paciente pueda observar lo que estamos revisándole, para que él sepa lo que está aconteciendo y siempre está acompañado de un familiar para verificar los diagnósticos que emito. Desafortunadamente la honestidad se ha perdido, desgraciadamente esto ya lo ven muchos como un negocio y no debe ser así. La honestidad nos diferencia a unos de otros. Yo respeto a los demás colegas y nunca voy a hablar mal de nadie, pero la misma gente se da cuenta de quienes tratamos de inclinarnos por la honestidad y quienes son más comerciales o mercaderes de la medicina.

¿CUÁL ES LA MEJOR MANERA DE CUIDAR DE NUESTRA SALUD?

La prevención. En México observamos estadísticas de enfermedades como diabetes o hipertensión, y es triste, porque nos hace ver que no hay una estrategia de salud pública, no hay prevención, no hay mecanismos que permitan a los pacientes prevenir esas enfermedades. A nivel del aparato digestivo es lo mismo, los pacientes no saben cómo comer, vienen con enfermedades ya muy avanzadas y esto se podría evitar con prevención. La otra es la cultura que hace que la gente venga cuando el padecimiento ya está muy avanzado, cuando la solución ya es quirúrgica prácticamente. Aún así, tratamos de evitar la cirugía, aunque los procesos de recuperación ya suelen ser más largos y dolorosos.

CONTACTO:

Consultorio del Hospital Ángeles Puebla (825) y Hospital Puebla (consultorio 1113); Hospital General de la Zona Norte de la Ciudad de Puebla. Atendemos pacientes en todos los hospitales

 

 

FOTOS: Daniela Portillo / Guillermo Pérez