Un espejo del siglo XIX
La ciudad de Puebla se refl eja en cada pincelada de José Agustín Arrieta. En sus cuadros, el bullicio de los mercados convive con la serenidad de los retratos aristocráticos; los altares resplandecen en la penumbra, mientras las alacenas rebosan de frutas, copas de cristal y licoreras doradas. El Museo Amparo abrió sus puertas a esta atmósfera del siglo XIX con la exposición “José Agustín Arrieta, La ciudad de Puebla en el siglo XIX”, una muestra que trasciende la simple exhibición para convertirse en un viaje al corazón de una época.
En el Museo Amparo, cada cuadro es un espejo en el que aún hoy podemos reconocernos.
Con una curaduría meticulosa, la exposición reúne 48 obras procedentes de más de 40 colecciones públicas y privadas de México. Cada lienzo es un portal a la vida cotidiana de la Puebla decimonónica, donde la religión, la fiesta, la tradición y los contrastes sociales conviven en un delicado equilibrio.
Para dar vida a esta experiencia, la exhibición se enriquece con más de 50 objetos que evocan la riqueza material del siglo XIX: licoreras de cristal, capelos, floreros y platos de porcelana que reflejan la maestría artesanal de la época.
Un espejo del siglo XIX