En el corazón de San Sebastián Villanueva, bajo un cielo estrellado y el susurro del desierto, la experiencia cobró vida como un tributo al México profundo y sus raíces. Entre la calma de los nopales y la fuerza del mezcal poblano, Casona María y Destilería Casa Mixteca ofrecieron una experiencia que llevó a los invitados a una mesa rodeada de historia y tradición, con sabores de maíz, tuna, nopal y el alma de la tierra
La noche culminó en una ofrenda mística, iluminada por el fuego y envuelta en relatos de quienes ya partieron, en un encuentro donde el recuerdo y la vida se entrelazaron bajo la magia del Día de Muertos
Una declaración de amor al México ancestral, a su naturaleza y a las almas que lo habitan