Si uno acude al cementerio mancomunado de Chiclana, en Cádiz, España, y pregunta dónde reposan las cenizas de Luisito Rey, padre de Luis Miguel, si no es el mismo cantante o familiares del mismo, la respuesta que obtendrá es que “no se pueda dar esa información”.
Y es que el apodado «Sol», tras la muerte de su padre en 1992, estableció dos condiciones: no debería figurar ninguna lápida identificativa de su padre; y dos, solo él y familiares podrían conocer el paradero de sus restos.
Luis Gallego Sánchez, nombre real de Luisito Rey, no solo guarda este secretismo después de su muerte, sino que también su fecha de nacimiento está distorsionada, por lo cual es difícil hallar sus datos de origen de nacimiento.
La última protección que tomó su hijo, resulta una contra su pasado tras su muerte el 9 de diciembre de 1992, cuando murió a los 47 años de edad a causa de una neumonía fulminante.