Esta delicia, originaria de Tlaxcala, la podemos encontrar en las fiestas patronales. Los sabores varían, van desde los clásicos, hasta versiones de nuez y nata, los cuales tradicionalmente se hace en hornos de piedra.

TRADICIÓN QUE PERDURA:

La elaboración del pan de fiesta data de inicios del siglo XX, en esa época, el pan se hacía dentro de las casas, en dónde los tahoneros amasaban harina, azúcar, agua y pulque. Debido a la demanda, al pan se le comenzó a agregar mantequilla o manteca de cerdo, con lo cual mejoró la calidad y tomó la forma actual. La elaboración del pan de fiesta data de inicios del siglo XX, en esa época, el pan se hacía dentro de las casas, en dónde los tahoneros amasaban harina, azúcar, agua y pulque. Debido a la demanda, al pan se le comenzó a agregar mantequilla o manteca de cerdo, con lo cuál mejoró la calidad y tomó la forma actual.

ORIGINARIO DE TLAXCALA:

El “Pan de Fiesta”, representativo manjar de Tlaxcala se elabora desde el siglo XX en los municipios de San Juan Totolac y San Juan Huactzinco.