Ficha: Ciudad de origen: Ciudad de México

Año de nacimiento: 1977

Profesión: Creador Disruptivo

 

¿Por qué decidiste ser escritor?

Esto que llamamos realidad, está hecho, antes que nada, de palabras. Quien comprende la palabra y cómo se mueve el mundo al conjuro de su hechizo, puede catalizar ese volcán interno que le anima. Ese fuego, se convirtió en ideas y ritmos, que mutaron a conceptos, libros y efectos en quienes me escucharon. Así fue que me convertí en escritor.

¿Cómo fue tu preparación profesional?

Soy un observador metodológico del misterio. Me nutro de la curiosidad infinita y de la experiencia plena de los sentidos. Esto lo completo con la imaginación para darle un cauce poético a mi realidad. Vivo un proceso de continuo aprendizaje mediante la convivencia con otros seres. Por lo demás, estudié Comunicación en la Ibero Puebla y mi Maestría en Globalización y Comunicación en la Universidad de Leicester, Reino Unido.

¿Cuáles fueron tus primeros escritos?

Mi primera obra consciente fue oral, soy un improvisador natural, y hoy día la mayor parte de mi creación funciona así. Mi fundación personal es la poesía, como género literario y también como un estilo de vida.

¿Te has especializado en algún género en particular?

Lo anterior me ha permitido ejercer múltiples territorios de la creación desde la televisión al teatro, y del humor negro al absurdo. Me considero un Creador Todoterreno  respecto a esto, pues la creación es un mismo universo que germina en todos los géneros y estilos. En lo particular me gusta incluir en todo lo que hago, el factor asombro, la sorpresa, el éxtasis inspirado que emana de un espíritu sacudido por la poesía.

¿De qué temas te gusta escribir?

De la disrupción como un fenómeno que hace avanzar la civilización. De las fuerzas que la hacen posible, entre las que que podemos contar a la imaginación aplicada, el ingenio, la innovación o la creatividad. No son sinónimos, comprender sus matices y profundidades, nos ayuda a aumentar nuestro poder creador.

¿Cuál fue tu último libro?

Se titula: POLVO Y RELÁMPAGO. Podríamos decir que es un libro de  “poemas de bohemia encantada en el ocaso del romance en el mundo”. En un lenguaje simple, pero ebrio de luna y quemante de fervor poético.

¿Qué te gusta leer y por qué?

Consumo lo sublime y lo ridículo, dependiendo lo que necesite mi entusiasmo, ese espíritu interno que moviliza nuestros humores. Me gusta leer cosas como esta:

“El infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquél que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio.”

 

Italo Calvino, Las Ciudades Invisibles.

 

¿Cuál ha sido el reto más grande que te has impuesto?

No perder la inspiración ni renunciar a mi propósito. Sin embargo, me gustaría contar que como creador, uno de mis más grandes retos fue The 10 Books Project, que consistió en aterrizar, corregir, editar y publicar 10 libros míos en un lapso de 13 meses. Logré hacer 9, todos a la venta en Amazon desde su lanzamiento. Cada libro tiene su apuesta literaria, no son nada más un número, sino obras realizadas con entrega y conocimiento. Para esto tuve que dar un salto cuántico a nivel personal y profesional.

¿Estás escribiendo algo en particular actualmente?

Estoy preparando para marzo mi próximo libro que relata justamente esta experiencia de cómo los lectores pueden dar su propio salto cuántico creador que he titulado: “Disrupción Hiperpoductiva: Aprendizajes de un postergador rehabilitado” que ya está en Pre-Venta en Amazon.

¿Cómo nutres tu inspiración?

He oído hasta el cansancio que uno no debe esperar a la inspiración, que se debe trabajar más con la constancia. Pero a mí eso no me sabe, hacer por hacer no me deja nada, escribir tres páginas diarias sólo para avanzar mi libro, me parece baladí. Prefiero entonces contemplar el atardecer o disfrutar la compañía de una persona valiosa. A mí me gusta crear inspirado y nada me inspira más que serle fiel al duende que me incendia las ideas y me toma por asalto, con su seductora lengua de promesas imaginarias  “es por ahí”, me dice  y entonces no puedo dejar de ver esa idea completa, irrefutable. Entonces voy a ella como quien va a un encuentro con la belleza y la libertad.