Marie Curie, una mujer que dedicó toda su vida a la ciencia, y cuyas investigaciones le valieron dos premios Nobel: uno de Física en 1903, junto con su marido Pierre, convirtiéndose en la primera mujer en obtener este galardón, y otro de Química en solitario en 1911.

Marie Curie fue una pionera, tanto por su coraje y determinación, como por sus descubrimientos científicos. Y fue reconocida por ello, a pesar de todos los preconceptos de una sociedad machista y conservadora: no sólo fue la primera mujer que ganó un Premio Nobel de Ciencias, sino también la primera persona que recibió dos veces esa condecoración.

Si ya has oído hablar de radioactividad, deberías saber quién fue Marie Curie. Nacida en Polonia en 1867, Marie estudió química y física en Francia. Fue ella quien le dio nombre al término y descubrió dos nuevos elementos químicos: el radio y el polonio. Su primer Premio Nobel – por las investigaciones sobre radiación, en 1903, lo compartió con su marido Pierre Curie y el físico Henri Becquerel. El segundo, en química, en 1911, se debió al descubrimiento del elemento radio.

Además, Marie encabezó la implementación de un sistema de radiografía móvil durante la Primera Guerra Mundial que ayudó en el tratamiento de millones de soldados. También contribuyó con la ciencia al aprisionar el gas que emanaba del elemento radio y enviar los tubos para el tratamiento del cáncer en hospitales del mundo entero.

Otro legado de Marie fue su hija, Irène Joliot-Curie. Inspirada por su madre, Irène trabajó con el marido, Frédéric Joliot, en los campos de la estructura del átomo y física nuclear, demostrando la estructura del neutrón y descubriendo la radioactividad artificial, hecho que rindió un nuevo Premio Nobel a la familia Curie.

Los padres de Marie eran profesores, patriotas y muy convencidos sobre la importancia de la educación. Sin embargo, en esa época, Polonia era un país oprimido, dividido entre Rusia y Alemania. La cultura y el nacionalismo polaco estaban siendo duramente reprimidos. A pesar de ese contexto de intimidación y opresión, Marie se destacaba como la mejor alumna de su clase y concluyó sus estudios a los 15 años, en primer lugar, en todas las materias.

El gobierno ruso prohibía que las mujeres estudiasen en las universidades dentro de su imperio, entonces, para continuar los estudios, Marie tendría que salir de su país. Sólo a los 24 años tuvo, finalmente, condiciones de partir hacia París e inscribirse en la Universidad de la Sorbona, para estudiar física y matemática. En 1894, ya había obtenido el grado de bachiller en las dos disciplinas, y fue en esa época que conoció a Pierre Curie, también científico y profesor, con quién se casó y compartió la pasión por el trabajo.

A pesar de todos los esfuerzos para llegar hasta allí, los desafíos de la carrera de Marie estaban sólo comenzando. Las investigaciones de Curie fueron pioneras, tanto que ni ella ni su marido eran conscientes de los peligros a los que se exponían con la radiación. De hecho, se cree que la anemia aplásica que provocó la muerte de Marie en 1934 fue a causa de los largos años dedicados a la investigación en su laboratorio. Su cuerpo fue depositado en un ataúd sellado con una pulgada de plomo para aislarlo de la radiación.