El Festival Internacional de Cine de Venecia tuvo un comienzo polémico cuando el director y la presidenta del jurado discutieron los méritos de incluir una película de Roman Polanski y la posibilidad de cuotas de género en la selección de películas.
El miércoles, en la primera conferencia de prensa del festival, periodistas de todo el mundo presionaron al director del festival Alberto Barbera y a la presidenta del jurado, la directora argentina Lucrecia Martel, a abordar la inclusión de una nueva película de Polanski y la falta de directoras en competencia.
Barbera defendió incluir la película de Polanski «J’accuse» (“El oficial y el espía”) en competencia por el León de Oro. El director de «Rosemary’s Baby» (“El bebé de Rosemary”) escapó de Estados Unidos después de declararse culpable de tener sexo con una adolescente de 13 años y ha estado fugitivo por 40 años.
Estoy convencido de que tenemos que distinguir entre el artista y el hombre”, dijo. “La historia del arte está llena de artistas que cometieron crímenes de diferente naturaleza y diferente seriedad. Pero en muchos casos hemos seguido considerando y admirando sus obras de arte. Lo mismo pasa con Polanski quien es en mi opinión uno de los últimos maestros del cine europeo”.
Martel, quien presidirá el jurado que evaluará 21 películas en competencia, incluyendo la de Polanski, dio una respuesta compleja. Señaló que la víctima de Polanski, Samantha Geimer, ha pedido desde hace mucho que se abandone el caso que limita el tránsito del director por los países europeos, pero también dijo que, a diferencia de Barbera, ella no separa al artista del hombre.
No participaré en la cena de gala organizada por Polanski porque represento a muchas mujeres que están luchando en Argentina por ese tipo de asuntos y no estaré ahí para felicitarlo. Pero creo que es correcto que la película esté aquí en este festival”, dijo Martel. «Tenemos que desarrollar nuestro diálogo con él y este es nuestro mejor lugar para continuar este tipo de discusión”.