El jinete mexicano vuelve a brillar tras su hazaña en Wellington, mientras la española Ainhoa Manero conquista corazones en el Clásico de 1.40 metros
El Viva México Tour 2025 reunió a la élite del salto ecuestre en Quintas Ecuestres Haras, y el protagonista indiscutible fue Arturo Parada Vallejo. El mexicano, que en marzo hizo historia al conquistar el Gran Premio de Wellington, confirmó su gran momento al dominar la prueba de 1.50 metros, montando a su inseparable “Mon Faut Trent”. Su impecable recorrido en 37.69 segundos
lo colocó en la cima, dejando en segundo lugar a Fernando Parroquín Delfín y en tercero al chileno Samuel Parot.

La competencia vibró de principio a fin con figuras internacionales como Nicolás Pizarro, Rodrigo Lambre y John Pérez, pero fue Parada quien encendió la ovación del público. Su triunfo no solo refrenda el talento mexicano en el salto internacional, sino que marca un año de éxitos tras su medalla de bronce en el Global Champions Tour México.
La cita poblana también dejó ver su creciente prestigio: más de 200 jinetes y alrededor de 600 caballos participaron durante las dos semanas del evento, una cifra que pocas veces se observa en torneos de este nivel. La calidad de la organización incluso fue reconocida públicamente por la Federación Ecuestre Mexicana en sus redes sociales.

La diversidad internacional añadió brillo a la competencia. Jinetes de Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, Estados Unidos, Guatemala, Chile, España, Dinamarca, Italia, Bélgica e Israel, entre otros, viajaron a Puebla atraídos por el renombre del torneo.
El ambiente de camaradería y alto rendimiento convirtió a Quintas Ecuestres en un auténtico punto de
encuentro mundial para los amantes del salto.
Bajo una lluvia persistente, el público también celebró la elegancia de la amazona española Ainhoa Manero Benavente, quien conquistó el Clásico de 1.40 metros montando a “Zidane Santa Rosa”. Con un tiempo de 35.58 segundos, superó al brasileño Bruno Cavalheiro Rebello y al guatemalteco Rigoberto Aldana. Su desempeño, acompañado de aplausos y el himno español, cerró un fin de semana de alto nivel que confirma a Quintas Ecuestres como un escenario de talla mundial para el deporte ecuestre.

