“CUANDO LAS MUJERES TOMAMOS EL MANDO, TRANSFORMAMOS EL LUGAR”.
En entrevista para Rostros, la primera presidenta de COPARMEX PUEBLA, relata los retos a los que se ha enfrentado como mujer en un mundo de hombres, la empatía con ellos, las causas que la motivan y la importancia de equilibrar la vida familiar con la empresarial.
¿QUÉ LA MOTIVÓ A INGRESAR AL SECTOR EMPRESARIAL?
Cuando llegué a Coparmex era estudiante de Derecho y tenía apenas 20 años. Entré a la Dirección Jurídica con la firme convicción de convertirme en abogada corporativa. Sin embargo, aquí descubrí una nueva visión: entendí que la empresa debe estar al servicio de la comunidad. Esa fue la semilla que me impulsó a convertirme en empresaria.
Comprendí que el verdadero propósito de emprender es contribuir al entorno en el que vivimos.
A LO LARGO DE SU CARRERA, ¿SE HA ENFRENTADO CON BARRERAS POR SER MUJER?
Sí, me tocó abrir camino. Como muchas de mi generación que incursionamos en la vida empresarial, tuvimos que romper brechas. Nos enfrentamos a una cultura patriarcal que aún cuestiona a una mujer al mando de una empresa. No es un tema contra los hombres; todos —hombres y mujeres— formamos parte de esa cultura.
Históricamente, se ha creído que, si una mujer se dedica a la empresa, deja de lado a su familia. Ese juicio sigue presente. Además, muchas veces se dificulta que los hombres comprendan cómo una mujer percibe y gestiona una empresa. Pero nuestra visión transforma.
Te lo digo desde mi experiencia: he creado empresas, he fracasado, y he vuelto a empezar. Las mujeres que asumimos el liderazgo transformamos los espacios en los que estamos. No venimos a desplazar a nadie, venimos a transformar desde adentro el entorno en el que operamos.
¿HA HABIDO UN MOMENTO EN SU VIDA EN QUE SINTIÓ QUE ROMPIÓ UNA BARRERA IMPORTANTE?
Sí. Llegar a la presidencia de Coparmex fue un momento clave. Esta es una organización con 90 años de historia, liderada tradicionalmente por hombres. Que una mujer ocupara ese cargo definitivamente rompió una barrera. Pero no lo hice sola. Fueron los presidentes anteriores y el consejo directivo —formado por hombres— quienes abrieron la puerta, confiaron y permitieron que una mujer los representara. Eso es lo más valioso.

¿CUÁL ES SU VISIÓN PARA COPARMEX COMO MUJER LÍDER?
Mi vocación siempre ha estado en la iniciativa privada. Más allá de Coparmex, mi objetivo es incidir positivamente en el entorno a través del liderazgo empresarial. Creo fi rmemente que el empresario no debe enfocarse únicamente en la rentabilidad, sino también en el desarrollo integral de quienes trabajan en su empresa. Nuestra tarea pendiente es dejar de ver al colaborador solo como parte de una estructura productiva. Debemos formar personas que no permanezcan 30 o 40 años sin crecer, sino que puedan desarrollarse, aprender, y eventualmente transformar también su propio entorno.
¿CUÁL CONSIDERA QUE ES EL SIGUIENTE RETO PARA LAS MUJERES?
Primero, que reconozcan que son capaces. Las mujeres pueden dirigir una empresa, liderar equipos, y al mismo tiempo cuidar de su familia.
El problema es la culpa que muchas sentimos por pensar que el trabajo implica abandonar el hogar. Pero si desde casa enseñamos a nuestros hijos que salimos a servir a los demás, que usamos nuestros talentos para transformar el entorno, entonces ellos comprenden que mamá sale de casa no para huir, sino para cumplir una vocación. Y con ese ejemplo, ellos también se preparan para hacer lo mismo: salir a servir y volver siempre al hogar, que es la plataforma que te sostiene.
¿CUÁL ES EL MÉXICO, LA PUEBLA, QUE SUEÑA PARA LAS MUJERES?
Sueño con que las mujeres reconozcan su capacidad de liderazgo. Que dejen de pelear por convencer a otros de que lo son. No nos va a tocar ver un cambio de cultura inmediato, y no vale la pena desgastarse en esa batalla.
Lo que sí nos toca es ejercer ese liderazgo con empatía, incluso hacia los hombres, que tampoco están preparados para comprender de un día para otro este cambio. Debemos acompañarlos con comprensión, sin lucha, sin confrontación. Juntos podemos lograr mucho más que por separado.

¿CUÁLES SON SUS PLANES CONCRETOS PARA COPARMEX DURANTE SU PRESIDENCIA?
Coparmex es una institución con 95 años de historia, sólida y con principios claros. No defiende intereses particulares, sino valores fundamentales que le han dado fuerza y permanencia.
Veo a un Coparmex que se adapta, que construye con lo que tiene, que tiende puentes entre la sociedad civil y los sectores
público y privado. Queremos seguir siendo la conciencia no solo del sector empresarial, sino también de la sociedad. Nuestra meta sigue siendo el bien común.

