Con la promesa de una travesía inolvidable, Val’Quirico se transformó en el epicentro de Aire Tinto, un festival enogastronómico que envolvió los sentidos de sus visitantes, quienes se embarcaron en un recorrido sensorial entre catas, sabores, y la armonía de cada copa.
Un espacio donde cada rincón parecía contar una historia nueva, susurrada entre aromas y texturas de misticismo y sabor.

Más de 50 bodegas nacionales einternacionales ofrecieron sus etiquetas, permitiendo a los asistentes descubrir la esencia de cada vino en locaciones secretas, haciendo de cada instante un viaje sensorial que, sin duda, trascenderá como el evento enogastronómico más esperado del otoño.

Con talleres y experiencias guiadas, los visitantes exploraron no solo la técnica, sino la magia escondida en cada sorbo, en cada pausa y en cada nota musical que flotaba en el aire.