Hollywood, se ve una vez más paralizada, esta vez por una huelga impulsada por actores de videojuegos, quienes alzan la voz contra el uso indiscriminado de la inteligencia artificial (IA) en su industria. El sindicato SAG-AFTRA, que representa a más de 160,000 profesionales del entretenimiento, ha decidido que es hora de actuar tras casi dos años de negociaciones sin resultados satisfactorios con gigantes como Activision, Disney y Warner Bros. Games.
La preocupación central es que las empresas puedan utilizar IA para replicar las voces y movimientos de los actores sin su consentimiento, lo que representaría una grave amenaza para los derechos laborales y la compensación justa de estos profesionales. La presidenta del sindicato, Fran Drescher, ha sido clara al afirmar que no aceptarán un contrato que permita tales abusos, y ha destacado que las extraordinarias actuaciones de los miembros son el alma de los videojuegos más exitosos del mundo.
A pesar de ciertos avances en términos salariales y seguridad laboral, el tema de la IA sigue siendo un punto de discordia. Los actores temen que la tecnología pueda ser utilizada para reemplazarlos, lo que no solo afectaría sus ingresos, sino que también podría deshumanizar la industria del entretenimiento, una industria que siempre ha dependido de la autenticidad y el talento humano.
Por su parte, los estudios han intentado negociar «de buena fe», según Audrey Cooling, portavoz de los productores de videojuegos, quien mencionó que se han alcanzado acuerdos tentativos en varios aspectos. Sin embargo, la falta de claridad y compromiso en las protecciones contra el abuso de IA ha llevado a los actores a tomar medidas drásticas.
Este conflicto abre un debate más amplio sobre el futuro de la industria del entretenimiento en una era dominada por la inteligencia artificial. Mientras tanto, la huelga continúa, y con ella, la incertidumbre sobre cómo evolucionará esta confrontación entre la innovación tecnológica y la defensa de los derechos humanos en Hollywood.