Antes de la pausa que vivió el mundo debido a la pandemia, la mexicana Carla Morrison ya había frenado su ritmo de vida para reencontrar su identidad en la música. Tras su estancia en París y nuevas experiencias desde la libertad, la cantante se muestra renovada y segura de la nueva etapa que explora.

«Quería reconocerme y ser más dueña de mis emociones, de la narrativa de mis canciones (…) No solo aprendí a ser yo otra vez, sino que podía ponerme una ‘pedota’ (borrachera) y no tener miedo de que alguien me viera, hice amigos, me equivoqué y pude volver a empezar», dice la cantante.

En septiembre, Carla presentó el último sencillo de su próximo disco y el «cuarto acto» de lo que será su nuevo material que lleva por título «Renacer».

Un trabajo inspirado en el periodo artístico del Renacimiento que se desarrolla en cuatro actos que recorre el viaje emocional y personal que la mexicana ha atravesado en sus últimos años de vida.

«Ansiedad» fue el primero de estos capítulos y el tema que abrió el proyecto en 2020. Pero la canción dio tan solo una pista de la nueva Morrison que evolucionó en la música.

A esta le siguió «No me llames», una canción de tristeza y resignación, después se empoderó con «Obra de arte» en el tercer acto y para el último presentó «Contigo», la canción que conecta su actualidad con su trayectoria de más de una década al rememorar temas como «Compartir» o «Eres tú».

«Los cuatro actos se van a mostrar como cuatro capítulos y cada uno es como una sección del disco, son varias ‘rolas’ (canciones), el acto dos es la toxicidad por ejemplo», explica.