A menos de una semana del Super Bowl 55 la NFL aún no confirmó quiénes serán los protagonistas del show de medio tiempo. Sin embargo, tres nombres ya trascendieron en varios medios especializados y habría grandes posibilidades de que participen el cantante canadiense The Weeknd, Ariana Grande y el dúo de música electrónica Daft Punk.

El representante de The Weeknd afirmó a la revista Billboard que el cantante invirtió 7 millones de dólares para que ese espectáculo sea inolvidable.

La cuenta atrás hacia el Super Bowl de la NFL dio inicio el lunes con un inédito bajo perfil debido a la amenaza de la pandemia de coronavirus, que impide la presencia de las multitudes que suelen rodear al gran espectáculo deportivo estadounidense.

A seis días de que los Tampa Bay Buccaneers de Tom Brady intenten destronar el domingo a los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes, jugadores de ambos equipos participaron en unas conferencias de prensa totalmente diferentes a lo habitual.

En lugar de subirse a un gran escenario en un estadio abarrotado de aficionados, con música rock y pirotecnia, las estrellas del football americano respondieron esta vez a las preguntas via Zoom, sin siquiera ver las caras de los periodistas, con cada equipo resguardado en sus propias instalaciones.

«Un día de medios loco. Estoy sentado aquí en una sala vacía. Es muy diferente a las otras nueve experiencias», reconoció Tom Brady, de 43 años, quien jugará su décimo Super Bowl en busca del séptimo campeonato.

La estrella rival, Patrick Mahomes, se mostró igualmente sorprendido por el contraste respecto a las festividades del año pasado, cuando acabó siendo el Jugador Más Valioso (MVP) del triunfo de los Chiefs ante los San Francisco 49ers.

El drástico recorte de la NFL implicará muchos menos festejos en esta semana del Super Bowl con eventos para los aficionados de formato menor, que se celebrarán al aire libre y con grandes restricciones.

En el actual contexto social y sanitario estadounidense, con más de 440.000 fallecimientos y 26 millones de contagios de coronavirus, algunas grandes compañías anunciaron que este año no emitirán sus icónicos anuncios televisivos en el Super Bowl, destinando ese millonario presupuesto a otras causas.

La pandemia también ha obligado a reducir en cerca de dos tercios el aforo del Raymond James Stadium de Tampa hasta ocupar solo 22.000 asientos.

Unas 7.500 de esas entradas se han entregado a trabajadores sanitarios que ya están vacunados y otras 14.500 se pusieron a la venta al público mediante un sistema de lotería.