El director del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva (sur español), Manuel H. Martín, lamenta que el certamen, que proyectó el sábado las primeras películas de esta edición, se tenga que celebrar totalmente en línea, pero asegura que «mantiene intacta su esencia» pese a las restricciones debidas a la pandemia de la covid-19.

En el certamen se presentó ayer la película «Matar a Pinochet», una coproducción de España, Chile y Argentina que ahonda en la «herida abierta» que supuso la dictadura del general chileno entre su pueblo. Es el primer largometraje del director chileno Juan Ignacio Sabatini, que narra el episodio histórico del intento de asesinato del dictador ocurrido en 1986 por parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.

El argentino Ezequiel Radusky presentó «Planta permanente», que se adentra en una historia de supervivencia encarnada en la figura de dos mujeres compañeras de trabajo como limpiadoras en un edificio estatal.

En declaraciones a Efe, el director del certamen explica que, a pesar de las dificultades, el festival «va a llevar al público el mejor cine iberoamericano producido y rodado en el último año», en una 46ª edición que «es más especial que nunca, ya que debido a la pandemia ha tenido que reinventarse al completo para seguir alcanzando su objetivo».

El trabajo que comenzó en abril pasado ya hizo posible que se mantengan las proyecciones y secciones. «Hemos estado analizando todos los escenarios posibles desde el inicio de la pandemia y hemos tenido que tomar una decisión prudente», según Martín.