Portela, la mayor vencedora del Carnaval de Río de Janeiro, abrió este sábado sus puertas y se convirtió en la gran primera escuela de samba carioca en reiniciar sus actividades tras ocho meses de cuarentena por la pandemia del coronavirus.

Sin Carnaval todavía en el horizonte, Portela preparó hoy su tradicional «feijoada», el plato más típico de la culinaria carioca, para celebrar el retorno de los eventos, los cuales fueron autorizados por la Alcaldía pese a que la covid-19 continúa firme en Río de Janeiro, aunque con una leve tendencia a la baja.

Pero antes de comenzar con la fiesta, la escuela dedicó un minuto de silencio a las víctimas del coronavirus, una enfermedad que ha segado la vida de más de 162.269 personas en todo el país, de las cuales 20.905 en el estado de Río de Janeiro.

Lejos de las aglomeraciones que siempre han marcado los encuentros en las escuelas de samba, el distanciamiento social se dejó entrever en este gigantesco club recreativo en el que, al igual que en otros sectores, también se han impuesto los protocolos sanitarios de prevención de la covid.

Además de limitar el aforo al 50 % de la capacidad, la Portela distanció las mesas más de dos metros, limitó a ocho el número de asistentes en cada uno de sus camarotes y prohibió los bailes a ritmo de samba en la pista central.

Estamos volviendo hoy, pero con mucha cautela (…) Queremos que los portelenses vuelvan con mucha seguridad», afirmó a Efe Marcio Emerson, uno de los integrantes de la Portela y quien participó en la organización del protocolo de seguridad exigido por las autoridades sanitarias.

  • No obstante, pese a las medidas impuestas por los organizadores, muchos de los asistentes optaron por dejar de lado la mascarilla, pese a los aún elevados índices de contagio de la enfermedad en Río de Janeiro.