Ficha de información:

Lugar de origen: Ciudad de México

Profesión: Administradora

Sesión fotográfica a Alejandra Espinoza. Fotos: Imelda Medina
Sesión fotográfica a Alejandra Espinoza. Fotos: Imelda Medina
Sesión fotográfica a Alejandra Espinoza. Fotos: Imelda Medina
Sesión fotográfica a Alejandra Espinoza. Fotos: Imelda Medina
“Mi tiempo lo vivo agradecida como si fuera el último día de mi vida”. Fotos: Imelda Medina
“Mi tiempo lo vivo agradecida como si fuera el último día de mi vida”. Fotos: Imelda Medina
“Mi tiempo lo vivo agradecida como si fuera el último día de mi vida”. Fotos: Imelda Medina
“Mi tiempo lo vivo agradecida como si fuera el último día de mi vida”. Fotos: Imelda Medina
"Soy una mujer alegre, activa, positiva y agradecida con Dios y la vida". Fotos: Imelda Medina

 

“Actualmente trabajo como Agente de Seguros. Soy una mujer alegre, activa, positiva y agradecida con Dios y la vida. Me gusta mucho la gente, siempre he trabajado ayudando a las personas”.

En 1989 tuve un nódulo tiroideo que me extirparon y no volvió a dar señales de vida hasta 2014, cuando al ir al Acupunturista, mi cuello comenzó a crecer mucho de una semana a la otra, fui al médico general, me mando al Endocrinólogo, y él con el oncólogo e inmediatamente programaron mi operación.

Yo pensé que sería igual que la primera vez; me quitarían algo y listo, pero esta vez no fue así, cuando me dieron los resultados de patología me dijeron que era cáncer de tiroides.

Afortunadamente en sus primeras etapas, inmediatamente comenzaron las tomas de yodo radioactivo y el verdadero tratamiento que fue el trabajo conmigo misma, es decir, vencer el miedo, el cansancio.

Otra cosa que agradezco infinitamente es haber tenido un trabajo que me dio la flexibilidad de nunca dejar de trabajar, el amor de mi familia, amigos, compañeros y principalmente la fe en Dios.

Mi principal preocupación era mi hija, pero en algún momento, sin saber nada de esto, había comprado un seguro académico. Por lo que mi conclusión fue que a ella no le iba a faltar amor y escuela. Me desconecté de cualquier cosa que me generara estrés. Me dediqué a hacer cosas que alimentaran mi espíritu, tomé un curso de desarrollo humano y uno de tanatología. Me encomendé a Dios.

La duración de la enfermedad fue de año y medio muy poco realmente. Me dediqué principalmente a hacer cosas que me gustaran e hicieran sentir útil. Y cuando fui al siguiente rastreo el cáncer se había ido en marzo de 2016.

Actualmente estoy guardando lo más posible las medidas de sana distancia y esperando a que tengamos nuevamente oportunidad de salir y abrazar a toda nuestra gente querida

 

Los consejos que me encantaría darle a la gente que hoy atraviesa por esta situación son los que me dio un gran amigo que atravesó por este mismo camino y también salió vencedor después de 70 tumores:

  1. Estás enfermo de cáncer no de la cara, así que quita esa cara de víctima.
  2. Te dio cáncer porque te tocaba, todo lo demás que dice la gente no tiene sentido.
  3. Todo mundo va a querer darte mil remedios, pero haz únicamente lo que te diga el doctor.
  4. Encomiéndate a Dios con todo tu corazón.
  5. Ocúpate y piensa en otras cosas.