Desde que la actriz mexicana Esmeralda Pimentel fue invitada a ser parte de la obra de teatro «Los vuelos solitarios» se vio seducida por su personaje, Silvestre, una joven irreverente y honesta por la que la actriz estaría dispuesta a perder hasta el cabello.

«(Silvestre) me parece un personaje muy entrañable, no sabe mentir, es una chava (muchacha) muy valiente porque se atreve a cuestionar sus propias creencias y a indagar en su pasado. Es una mujer que en estos momentos de desesperanza decide creer en ella misma y en la sociedad», dice Pimentel.

Para este trabajo en «Los vuelos solitarios», Pimentel tuvo que cortar su cabello a un largo que nunca había experimentado y, aunque eso le ha traído grandes satisfacciones y se trató de una decisión propia, relata que fue difícil y que por momentos se sintió muy vulnerable.

«Ya necesitaba un ‘reset’ (reinicio) en mi vida y cuando veo que Silvestre tiene estas características físicas dije ‘este es el momento perfecto para hacerlo’. Fue muy emocionante, después vinieron días donde me sentía muy vulnerable y adaptarme a los comentarios de las personas fue difícil pero ahora estoy más segura que nunca», afirma.

Dirigida por Adrián Vázquez, «Los vuelos solitarios» tendrá una única función física el 14 de octubre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, en Ciudad de México, y una función en línea el 17 de octubre.

La obra habla del amor, el fracaso, el duelo y las convenciones sociales, entre otros temas, y será Silvestre quien encarne cada una de ellas en una obra tan triste como divertida con momentos de comedia y espacio para la reflexión.

«Creo que Silvestre hace una crítica a la sociedad que se queda solo por encima en estas luchas sociales, a las personas que critican desde redes sociales, en ese sentido ella es muy congruente con lo que dice y lo que piensa», señala.