Roma acoge desde hoy el rodaje de la séptima entrega de «Misión Imposible» y ha arrancado con una serie de escenas en pleno centro histórico en las que se ha podido ver a su protagonista, Tom Cruise, afrontando sus frenéticas aventuras.

La grabación de esta nueva película de la saga debía haber comenzado el pasado marzo, pero acabó posponiéndose a causa del confinamiento por la pandemia.

Aunque por momentos parecía una auténtica «misión imposible», por la incertidumbre que suscitó el coronavirus, finalmente el director Christopher McQuarrie ha podido decir «acción» y retomar el rodaje.

Algunos romanos y turistas se encontraron esta mañana con Tom Cruise en la Via de la Tribuna di Campitelli, a dos pasos de la céntrica Plaza Venecia, vestido elegantemente con un traje gris, chaleco y corbata a juego, según muestran los medios locales.

En el lugar se han desplegado decenas de trabajadores y coches de lujo, y la central técnica de la grabación ha sido instalada en la plaza frente a la Boca de la Verdad.

Como en otras entregas, el agente secreto recorrerá localizaciones como los foros imperiales, el río Tíber, los muros del castillo de Sant’Angelo, las pintorescas callejuelas del barrio de Monti y otras zonas del corazón romano.

El ayuntamiento romano anunció a bombo y platillo en sus redes sociales el regreso de las cámaras a sus calles y aseguró que la llegada de la nueva «Misión Imposible» será en medio de «escrupulosas» medidas de seguridad contra el coronavirus.

El consistorio alegó que el rodaje se traduce en una oportunidad «económica muy consistente». Sus productores estiman gastar en Italia unos 35 millones de euros, de los que más de 18 se desembolsarán en la ciudad de Roma.