El cine suele ser selectivo en cuanto a físico y edad en lo que a sexo se refiere: por lo general sólo jóvenes veinteañeros con cuerpos atléticos y pieles tersas protagonizan las escenas eróticas. La más reciente película del director mexicano Arturo Ripstein es todo lo contrario.

Viejos y viejas tienen relaciones en más de una ocasión en “El diablo entre las piernas”, un melodrama en blanco y negro sobre los celos, el deseo y las pasiones cuando se llega a una edad avanzada.

Era un tema tabú en esta vida, que es la vejez y la vejez sexualizada. Tendemos a pensar que los viejos son gente nostálgica y serena y no, nada más lleguen ustedes (a la vejez) y van a darse cuenta de que para nada es así”, dijo la guionista Paz Alicia Garciadiego, esposa de Ripstein, durante un conversatorio tras la función del lunes por la noche en el Festival Internacional de Cine de Morelia, donde el público ovacionó la cinta.

Las pasiones son necesariamente turbias y destructivas… y no tienen fecha de caducidad”, agregó Garciadiego, galardonada este año con el premio Ariel de Oro a la trayectoria.

La pareja principal del filme es encarnada por la actriz Silvia Pasquel, de 70 años, y el actor Alejandro Suárez, de 78, cuyo personaje tiene una amante interpretada por Patricia Reyes Spíndola, de 66. El único vestigio de juventud es la empleada doméstica (Greta Cervantes) que atestigua los ataques de celos, las infidelidades y las mentiras en la vieja casona donde vive el matrimonio, pero se pierde entre los mayores por su menudez y su voz tierna.

Pasquel, quien por primera vez aparece desnuda en esta cinta, señaló que nunca antes había hecho un papel como éste y que para ella fue “un premio” interpretar a un personaje que rompe esquemas en “El diablo entre las piernas”.