¿A qué vienes?, ¿a humillarme?, le pregunta “Ray” a “Uma”, una joven con quien mantuvo una “relación” cuando ella tenía tan sólo 12 años y quien ahora le hace frente en busca de respuestas. Él, en ese entonces, tenía 40.

Han transcurrido 15 años. Un reencuentro tras un juicio en el que la sentencia fueron varios años de cárcel por abuso sexual a menor, es cómo inicia Blackbird, la nueva puesta en escena de la directora Katina Medina.

Blackbird

Basada en el texto del escocés David Harrower, la obra ha sido polémica desde que vio la luz, toda vez que le da voz no sólo a la víctima, sino que le da derecho de réplica al abusador.

Tú vas a vivir otra vez”, “Me siento en el infierno”, “Cometí el más grande error de mi vida”, son algunas de las frases que arroja a lo largo de la obra “Ray”, interpretado por Alejandro Calva.

Actualmente, se llama “Peter”, ha cambiado su nombre y dirección, y se ha hecho de una nueva identidad para comenzar así otra vida, “un cambio era necesario”, asegura.

Fueron tres meses el tiempo que sostuvo una relación con la pequeña “Uma”, que personifica Cassandra Ciangherotti, quien a sus 12 años, se enamoró de un hombre mayor.

Él, alega, también se enamoró, por ello, también sufrió, motivo por el cual tiene el “derecho a rehacer su vida”, además de que ya pagó con cárcel.

Desde entonces ha leído mucho al respecto y con ello, no se considera una persona enferma que se excita con los niños. Además, acusa a “Uma” de haberle coqueteado y la señala de que a sus 12 años, ella ya sabía lo que quería.

Este es el discurso de “Ray”, quien dice, su vida quedó destruida; sin embargo, es el único de esa relación que ha podido seguir adelante. Tiene un trabajo, empleados, amigos y hasta una familia.

Tras lo sucedido hace 15 años, “Uma” se siente un fantasma, fue señalada por familiares, amigos y vecinos, y a sus 12 años cumplió también su propia condena, se quedó sin amigos, sin nada, sólo con su nombre.

Su vida no volvió a ser la misma y desde su adolescencia o edad adulta (no se especifica) ha estado con muchos hombres. Tras el juicio y charlas con psicólogos, ya sabe que ella era sólo una niña enamorada y que fue abusada sexualmente por un adulto; sin embargo, no ha podido olvidar a ese su “primer amor”.

Una historia de amor oscura” es como algunos han calificado a Blackbird y en parte tienen razón, ya que la protagonista se entregó en cuerpo y alma, estaba tan enamorada que lo único que pasaba por su cabeza era complacer a su amado.

Eras mi crush”, “Tenía tan sólo 12 años”, “Yo iba a hacer todo lo que tú me pidieras”, son algunos de los sentimientos que comparte “Uma” a lo largo de la trama.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cada año, más de cuatro millones y medio de niñas y niños son víctimas de abuso sexual en México. Las cifras que tiene la ONG es que sólo es denunciado uno de cada 10 casos.

La mayoría de los niños y las familias no denuncian los casos de abuso y explotación a causa del estigma, el miedo y la falta de confianza en las autoridades. La tolerancia social y la falta de conciencia también contribuyen que no se denuncien muchos de los casos”, señala por su parte la UNICEF.

Blackbird se estrenará el 9 agosto, y permanecerá hasta el 29 de septiembre en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico, con funciones de viernes a domingo.