El cantante mexicano Carlos Rivera celebró sus primeros 15 años de trayectoria artística durante el concierto que ofreció en el Auditorio Nacional, ante casi 10 mil eufóricos “Riveristas” como parte de su «Guerra tour».

El originario de Huamantla, Tlaxcala, presentó su décimo espectáculo en el recinto más importante de la Ciudad de México. Durante dos horas, el público le lanzó piropos de todo tipo, coreó las más de 20 canciones que entregó, lo ovacionó de pie y, por si fuera poco, le fue entregado un reconocimiento especial por su carrera.

Rivera, quien saltó a la fama en 2004 tras ganar el primer lugar en la tercera generación del “reality” musical La academia, se lució al presentar un “show” de calidad en medio de una puesta en escena con tintes bélicos y performance.

Fue una velada mágica en la que el intérprete hizo unos siete cambios de vestuario. Cantó sus clásicas baladas románticas, pero también aquellas que ponen a bailar y que son el deleite de sus fans porque con camiseta sin mangas lució sus músculos y movió su cadera de manera sensual.

En todo momento, Carlos se mostró amable y, prácticamente entre cada tema, charló con sus seguidores para compartir algo de su trayectoria y de su experiencia personal ante la vida. Siempre buscó la manera de darles un mensaje positivo.

Tras una introducción musical que sobresalió con la presencia de una banda de guerra que descendió de la escalinata del escenario, el artista arrancó con el tema Amo mi locura.

“Buenas noches. Son 10 veces de estar en este lugar (el foro de Paseo de la Reforma) que tanto desee con el corazón. Hoy es una realidad que ustedes hacen posible. Esta noche es ‘Riverista’, es una celebración total; aquí explotará el ejército ‘Riverista’, que son ustedes. No tengo cómo agradecerles, sólo con mi corazón y mis canciones”, expresó lo anterior a modo de bienvenida, para luego compartir Serás y Voy a amarte.

Quien fuera “coach” de la séptima temporada del programa de televisión La voz  México, portó un traje de gala similar al de la Guardia Inglesa, para luego quitarse la chaqueta y ponerse un gorro de piloto aviador. Así comenzó una dinámica con una fan elegida al azar de entre los asistentes a la sala.

A una representante de ustedes le voy a dar su beso, abrazo y apapacho. Pero antes que todo eso, ella tiene que cumplir tres requisitos: ser soltera, mayor de edad y que esté dispuesta a todo conmigo”.

Primero leyó algunos de los carteles que sus seguidores provenientes de países como Venezuela, Perú, Colombia, Argentina, Brasil, España y México le dedicaron, y ya luego invitó a Cecilia a subir al escenario.

Juntos bailaron a ritmo de Sígueme, para luego “desaparecer” con rumbo desconocido. Acompañado de unos nueve músicos, coristas y ocho bailarines, Carlos interpretó Recuérdame, canción popularizada a través de la película Coco.

Luciendo ahora un traje blanco que atrajo las miradas de las fans, comentó cuando escribió algo para su abuela a fin de que ella supiera cuánto la iba a extrañar si dejaba de existir. “Tardé mucho tiempo en grabarla y cuando lo hice fue pensando en que también ustedes tendrían una Luna en el cielo”.

Acto seguido reflexionó acerca de cuántas veces se van posponiendo las cosas, de cuando la gente se arrepiente por nunca haberlo intentado. El hubiera no existe, continuó en el repertorio musical y para enmarcarlo, detrás de Carlos se elevó un paracaídas.

Con traje de paracaidista, ahora emocionó con Te amo hoy y luego con Sería más fácilVolveré y Grito de guerra. En esta última se manifestó en favor de la paz y en contra de los actos bélicos, pues junto con sus coristas y bailarines portaron banderas blancas.

Que nadie te diga que no puedes hacerlo”, decía Carlos tras volver con camiseta de color negro y pantalón tipo militar, que hicieron lucir la musculatura de su cuerpo para deleite de sus seguidoras.

A ritmo latino entregó Lo digo, con lo que hizo al público levantarse de su asiento para bailar. “Benditas las fans y benditas las madres que les dieron la vida”, resaltó previo a Bendita tu vida, que ligó a Como tú y Deja amarte.

Cada gesto, cada intención de ídolo mexicano de 33 años eran celebrados por sus seguidoras.

«¿Dónde está ese buen marido que trajo a la esposa? ¿Dónde está ese buen novio que trajo a su novia? ¿Dónde está la novia que trajo a su novio a la fuerza?, preguntaba. Ah, pero quienes vinieron a la fuerza me lo van a agradecer cuando lleguen a su casa”, dijo entre risas.

Me han dicho que muchas de mis canciones las bailaron en una boda o cuando le propusieron matrimonio a su pareja. Si aparecen en la imagen de la pantalla y se dan un beso, se los voy a agradecer. Si alguien quiere pedir matrimonio, puede hacerlo”. Y sí, esto último ocurrió mientras cantaba Otras vidas.

Que lo nuestro se quede en nuestro, uno de los temas más emblemáticos de su carrera, fue el preámbulo para que le entregaran un reconocimiento de parte de su casa discográfica por esos tres lustros de esfuerzo en los escenarios.

La emoción se apoderó del artista tlaxcalteca al escuchar las palabras de agradecimiento de Roberto López, ejecutivo de la disquera: “Felicidades, porque en este camino luchaste, trabajaste duro siguiendo tus sueños y demostraste que los sueños se pueden cumplir. Porque con esta música tocaste el corazón de mucha gente.

«Eres un orgullo de México para todo el mundo”, le dijo López, mientras que Carlos ya no pudo contener el llanto, sobre todo cuando las «Riveristas» corearon a todo pulmón su nombre.

Aprovechó para saludar al cantautor José Luis Roma, quien estaba entre el público, como también las Pandora, Isabel y Mayte Lascurain, así como los actores Consuelo Duval y Adrián Uribe.

Sólo túFascinación y Me muero dieron la señal de la recta final del concierto no sin antes informar que el 19 de octubre ofrecerá otro «show» en el mismo recinto de Paseo de la Reforma.

Con una sala iluminada por las luces de los teléfonos móviles de la gente, Carlos Rivera halló el mejor momento para interpretar ¿Cómo pagarte? y despedir con broche de oro una noche mágica a través de Regrésame mi corazón y Amo mi locura.