Mucho se dice que el cine de terror en la actualidad ha tenido un resurgimiento, con historias que buscan salir de los clásicos clichés del género, en el cuales muchas cintas caen sin aportar nada nuevo dentro de sus historias.

Este fin de semana llega a salas de cine de nuestro país una nueva apuesta dentro de este género titulada «Maligno» (The Prodigy), dirigida Nicholas McCarthy, autor estadounidense con experiencia con este tipo de películas con las cuales busca destacar personajes femeninos, además de poner al borde del asiento al espectador.

En esta historia, escrita por el actor y guionista Jeff Buhler, se nos relata la vida de Sarah (Taylor Schilling, Orange is the new black) quién tras el nacimiento de su primer hijo, Miles, cambia su vida radicalmente, y no solo por convertirse en madre por primera vez, sino porque el pequeño empieza a mostrar cualidades atípicas que se conforme va creciendo, comienzan a cambiar la vida de ella y su esposo ante este niño que posee una maldad interna inexplicable.

Taylor Schilling y Jackson Robert Scott en «Maligno»

Lo que de inicio pareciera una película que va por un rumbo común dentro de este tipo de cintas, como se va desarrollando la trama nos encontramos con una interesante premisa que explica la razón de las actitudes de este pequeño, interpretado por un memorable y perturbador Jackson Robert Scott.

Si bien la primera aparición de Schilling en el cine no es nada del otro mundo, la presencia de Scott basta para que la historia cumpla con su cometido y generar tensión dentro del núcleo familiar que se desmorona lentamente ante la incapacidad de los padres de Miles por entender lo que sucede con él.

Si bien la cinta es apresurada, nunca aburre, y es que el planteamiento de la premisa es lo suficientemente intrigante para pasar por alto incluso, algunas secuencias de comedia involuntaria, la mayoría por parte del elenco adulto de la cinta.

Si bien «Maligno» NO es LA película de terror del año, resulta una grata sorpresa por su sencilla producción, su capacidad de entretener y de tomar riesgos con giros inesperados dentro de su trama, los cuales sin duda dejarán a más de uno asombrado ante su inesperado acto final.