La actriz, Evan Rachel Wood actualmente es una de las promesas en el mundo de la actuación, quien desde los años noventa comenzó su carrera al ser sólo una niña hasta convertirse en la protagonista de  diversas series y películas como «Westworld» y «Los idus» 

 

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Had the privilege of speaking at the #WomensMarch yesterday. So inspired by everyone who came out in support. Photo: @gettyimages

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No obstante, esta carrera le ha traído fuertes estragos a la intérprete, quien lamentablemente explicó que durante su juventud se ganó un viaje directo al hospital mental que la llevó a pensar en el suicidio.

Durante una entrevista, Evan reveló toda la información a través de un escrito en la revista «Nylon», explicando los estigmas de las enfermedades mentales y la manera en la que trata de romper con ellos: «Tendemos a sentir más simpatía por un brazo roto que por un ataque de tristeza profunda. La simple mención de la enfermedad mental asusta a la gente».

 

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Greet the brand new day…?

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Según con el relato de Wood, ella sufrió de un trastorno postraumático, el cuál «había sido causado por múltiples violaciones y una relación abusiva que se alargó durante 10 años».

«No soy una experta en salud mental, pero puedo compartir con ustedes mi experiencia al respecto. Cuando tenía 22 años, decidí ingresar en un hospital psiquiátrico por mi propio pie, y no siento absolutamente ninguna vergüenza por ello. Mirando atrás, fue lo peor y lo mejor que me pudo pasar», decía la narración.

En su escrito de más de 5 mil 600 palabras, la artista afirmó que una mañana sólo despertó y sintió como si un camión la hubiera atropellado, por lo que en ese preciso momento decidió pedir ayuda y llamar a su madre: «Mamá…soy yo. He intentado suicidarme. Necesito ir a un hospital. Mi pobre madre ¿Qué estaría pensando? ¿Cómo se sentiría? Dios mío, debía estar histérica. Cuando la vi, esperaba que se derrumbara en mis brazos en un mar de lágrimas. La sujetaría y le diría que estaba bien. Así es como me preocupo por los demás y no por mí misma. Casi muero, pero la culpa y la responsabilidad que sentía por los demás era brutal».

 

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Además de asegurar que no había comido ni dormido entres días, que se sentía completamente agotada, pero que por primera vez tuvo el valor para pedir ayuda. «Quería un poco de paz», por lo que tomó la determinación de internarse y seguir una rutina.

Para finalizar, Rachel hizo un llamado para que la sociedad trate de no normalizar los problemas psicológicos, y ponerles mayor atención al enunciar: «La salud mental no deber ser un lujo para ricos. Soy una privilegiada. Imaginen lo duro que puede ser para alguien sin seguro de salud, dinero o recursos».