El cantante británico Sam Smith demostró su amor por México durante el concierto que ofreció la noche del viernes en el Palacio de los Deportes, donde 15 mil 62 personas disfrutaron de una velada llena de emotividad y euforia.
En este regreso a la capital mexicana, luego de tres años de ausencia, la estrella londinense provocó el suspiro de muchos fanáticos, quienes a lo largo de este espectáculo cantaron a todo pulmón sus más grandes éxitos.
Con 22 temas en el repertorio, que forman parte de su actual tour en el que promociona su reciente álbum “The thrill of it all”, el rubio vocalista conquistó los corazones de los asistentes.
La canción “Burning” fue con la que arrancó esta fiesta, que tuvo momentos alegres, acústicos, de amor, desamor, pero sobre todo se caracterizó por mostrar un derroche de talento del anfitrión.
El intérprete ganador del Grammy y el Óscar apareció sentado en una silla, con playera blanca y saco negro para continuar con “One last song” y “I´m not the only one”.
“Ciudad de México, ¿cómo se encuentran esta noche? Les quiero dar la bienvenida”, expresó Smith en una pasarela, por donde se desplazó a lo largo de esta cita.
“Dios mío, Ciudad de México. Muchas gracias por dejarme regresar a este país al que amo, quiero escucharlos cantar, ustedes son realmente especiales para mí, los invito a bailar”, platicó.
Fueron tres los cambios de vestuario que tuvo el cantante de “Latch” y “Money on my mind”, quien una noche antes estuvo en Monterrey, Nuevo León.
En “Too good at goodbyes” mostró una bandera mexicana, pero antes en “Him” su séquito iluminó este recinto con de los colores del arcoíris, gracias a la luz de sus teléfonos, él gritó “amor es amor, déjenme ver sus manos”.
Luego de una salida en falso, Sam Smith regresó a la plataforma para cantar en la parte de arriba de una escalera de caracol la pieza “Palace” y continuar con “Stay with me”, el cual ganó como Mejor canción del año, por los Grammy.
“Les quiero dar las gracias desde el fondo de mi corazón, son increíbles, los amo”, concluyó antes de decir adiós con su melodía “Pray”.