“Desarrollar todas las potencialidades de nuestros alumnos para que el día de mañana sean ciudadanos ejemplares”
La historia del Instituto Oriente comenzó con la fundación del colegio del Espíritu Santo en 1587. Primer colegio jesuita en la Ciudad de Puebla. En los siglos XVI y XVII estuvieron abriendo más colegios, pero en 1767 expulsaron a los jesuitas de México, y con esto se cerró un periodo de la Educación Jesuita en Puebla; restaurándose la Compañía de Jesús hasta 1814.
Es el 15 de enero de 1870 cuando se refunda la institución con el nombre de colegio Católico del Sagrado Corazón de Jesús; y es en 1938 cuando cambia su nombre a INSTITUTO ORIENTE.
Proyecto educativo
La misión del colegio es ofrecer un modelo de educación integral de calidad y excelencia académica y humana, con clara inspiración cristiana, guiada por la espiritualidad y modo de proceder ignacianos, para formar personas conscientes, competentes, comprometidas, compasivas y contemplativas en la acción, para la construcción de una sociedad más justa, humana y reconciliada.
El Paradigma Pedagógico Ignaciano que tenemos como Modelo en el colegio integra la interacción continua de CONTEXTO, EXPERIENCIA, REFLEXIÓN, ACCIÓN y EVALUACIÓN, junto con la Excelencia Humana y las 4 preferencias apostólicas.
Valores que brinda
Los alumnos del Oriente están comprometidos socialmente con el prójimo. Además de contar con la excelencia académica; nuestras universidades y colegios, dondequiera que estén, se van a distinguir por ello.
El conjunto de valores que buscamos promover en nuestros alumnos son: Justicia y cultura de paz, para que sean hombres y mujeres honestos; solidaridad, para que se comprometan con las causas sociales; sobriedad, porque actualmente en este mundo valemos por lo que traemos puesto.
Cultura educativa
La cultura del colegio es que los alumnos vivan desde el amor, acciones que ayudan a que el corazón se vaya transformando, debe ser una experiencia amorosa, a partir desde la que se puede influir de manera positiva en la sociedad, teniendo como meta un humanismo cristiano de excelencia.