Priscila Félix nació en Fresno, California, pero vive en México desde los 15 días de nacida y es una artista integral, con una formación musical muy plena que ha involucrado a la música, el teatro musical y la danza, todo para que su proyecto musical se vuelva algo muy único.
Además de ello, ella se describe como “muy astrologa y sagitaria”, por lo que le gustan mucho las cartas del tarot, ya que usan mucho la simbología y como estudió arquitectura, es súper importante para ella, ya que ayudan a expresar cosas muy profundas.
Su primer álbum, Nuevo Mundo está inspirado en cartas del tarot; cada una de las canciones está inspirada en las cartas, porque de esta forma, la artista entiende mucho de su realidad y sus pensamientos, ya que ve al tarot como una herramienta para trabajar y comunicarse con ella misma.
El disco es un recorrido de nueve cartas, basadas en las experiencias de su vida, que ha ido evolucionando en sus lanzamientos y entendiendo esa energía a través de ellos, para después, a través de los videos, materializar todas las ideas de las cartas.
Para el sencillo UP&UP, se inspiró en la carta del juicio. Esta carta, de acuerdo a Priscila, tiene una honestidad muy grande que permite mostrarse a como uno es y salir de las cajas mentales del pasado que no ayudan a que crezca algo nuevo. Entonces, se trata de festejar ese renacimiento y ese nuevo despertar, por ello, su canción es como una fiesta de “relájate, libérate, baila, ve al ritmo de lo que está pasando” y es una colaboración con una Reggii, artista originaria de Los Ángeles. De esta forma, el sencillo es una canción “muy a gusto” que “tiene toda la energía sagitariana” de llegar a otros países y otras culturas.
Su sonido lo describe como muy limpio, muy original y muy nuevo, con respecto a lo que se escucha en México, y la artista también lo considera muy especial y muy honesto.
La canción está en español e inglés por la misma carta, que se trata de “aprender de otro mundo y conocer que no sólo existe tu perspectiva, sino que hay millones más”, por ello, la Priscila buscó colaborar con una persona extranjera. Esto, en parte también para reconectar con una parte de ella misma que aún le queda por descubrir y que sigue siendo ajena a ella misma.