Antonio Banderas ha defendido hoy el humor frente a la corrección política en el Festival de Cine de Venecia durante la presentación de «Competencia oficial», una comedia en la que junto a Penélope Cruz y Óscar Martínez, se ríen de las particularidades de su propio oficio.

«En los tiempos que corren la risa es algo casi subversivo, clandestino, porque la ironía toca lo políticamente incorrecto», dijo Banderas en rueda de prensa junto a sus compañeros de reparto y los directores, los argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat.

«Nosotros nos hemos quitado esa protección para ridiculizar los accesos que se utilizan para llegar al arte; hay envidias, competencia, inseguridades, estamos viendo con lupa un trozo del ser humano porque aunque son actores es perfectamente aplicable a la política y a otros campos», ha subrayado.

La trama arranca cuando un empresario multimillonario (José Luis Gómez) en busca de trascendencia decide hacer una película y para ello contrata a la célebre cineasta Lola Cuevas (Cruz), al actor de Hollywood Félix Rivero (Banderas) y el actor radical de teatro Iván Torres (Martínez).

Banderas ha descartado parecerse a su personaje, que ha calificado de «machista y arrogante» pero ha dicho ver en él «cierta nobleza» frente al carácter sibilino, escudado en la ética y la intelectualidad, de Torres, al que ve como un impostor.

«Esta idea está en el corazón de la película, la cantidad de impostores que existen, no sólo en el mundo del arte, también en la política, hay un narcisismo de mirarse al espejo pero también hay un narcisismo intelectual poderoso que traspasa barreras impensables», ha asegurado.