«Gambito de dama», la novela que bebe del maridaje entre ajedrez y literatura
La novela «Gambito de dama», convertida en una serie televisiva de éxito mundial, introduce al lector en el complejo mundo del ajedrez y de sus derivadas psicológicas, mostrando además la excelente relación de la narrativa con el juego de reyes, un maridaje que se ha traducido en innumerables obras desde hace décadas.
De hecho, son tantas las novelas que han transitado por el universo ajedrecístico que se podría considerar un subgénero dentro de la novela, y no hay año que no aparezca algún título que aproveche las peculiaridades de los escaques para trenzar tramas diversas, generalmente de tipo histórico, policíaco o de espionaje.
Escrita por el norteamericano Walter Tevis en 1983, «Gambito de dama» -o «Gambito de Reina», en una traducción anterior- regresa esta semana a las librerías españolas aprovechando el tirón de la miniserie protagonizada por Anya Taylor-Joy, con un argumento que combina aspectos de la biografía del autor con la trayectoria del prodigioso Bobby Fischer.
La misma invención del ajedrez tiene su propia leyenda, la del rey -o brahmán- para quien un sabio ideó el juego con el fin de que se distrajera y el jerarca quiso compensarle con lo que deseara, a lo que el ingenioso consejero respondió que solo pedía un grano de trigo en la primera casilla, y que se fuera duplicando en las siguientes… con lo que resultó que no había trigo suficiente en el reino para su recompensa.
El reino de Caissa ha interesado a los escritores desde mucho tiempo atrás, y más allá de los diversos tratados sobre el juego de la época medieval, uno de los primeros que se interesó sobre el mismo fue Edgar Allan Poe, cuando en 1836 publicó el ensayo “El jugador de ajedrez de Maelzel”, en el que describía el famoso autómata del siglo XIX “El Turco”, para concluir que la intrigante máquina escondía a un jugador experto en su interior.