Contar los hechos que han marcado su vida y su comunidad es la lección que la guionista puertorriqueña Claudia Forestieri aprendió en su esfuerzo por ingresar a Hollywood y narrar historias para una audiencia latina, que a pesar de múltiples llamados sigue sin tener suficiente representación en las pantallas.

«Siempre lo animan a escribir algo personal, porque va a ser una historia que nadie más vas a tener, y esto va a ser una carta de presentación de quién eres y cuál es tu punto de vista», explica a Efe Forestieri, quien llegó a Los Ángeles hace más de 10 años buscando una oportunidad para llevar a la televisión o el cine historias sobre latinos, y subsanar el vacío que existe en la industria.

Sin embargo, cuenta que tenía reservas sobre escribir acerca de su vida y lograr que un productor en Hollywood apostara por darle una oportunidad a su proyecto.

Fue la elección del presidente, Donald Trump, en 2016 y los constantes ataques a los inmigrantes y a su comunidad lo que la impulsó para hallar en su propia experiencia de vida la inspiración de «The Gordita Chronicles» (Las Crónicas de una Gordita).

LA HISTORIA DE LA «GORDITA» INMIGRANTE

A pesar de tener pasaporte estadounidense desde su nacimiento, Forestieri asegura saber a lo que se enfrenta un inmigrante en EE.UU., y mucho más los problemas de adaptación que enfrentan los niños extranjeros.

De padres dominicanos, la escritora latina y su familia se mudaron en la década de 1980 a Miami, Florida, cuando apenas tenía siete años.

«Fue muy duro porque no conocía el idioma, la cultura. Me decían que tenía que comenzar a cambiar, y comenzaron a decirme ‘la gordita’. Fue una combinación muy chocante», recuerda.

A todo esto se suma el hecho de que Forestieri y su familia llegaron en una etapa en que los inmigrantes eran señalados como los generadores de violencia en el sur de Florida.

La guionista resalta como en 1981 la revista Time declaró en su portada que el sur de Florida era un «Paraíso Perdido», un especial con fotos que mostraban cuando Miami era conocido por los traficantes de cocaína, la ola de crímenes y una afluencia de inmigrantes de Haití y los botes del Mariel desde Cuba.

«Había muchas historias negativas en la prensa, y eso afectó mucho la imagen de los cubanos y de otras nacionalidades en Miami. A pesar de que los criminales eran un porcentaje muy pequeño, todos sufrimos esos señalamientios», refiere.

EL VALOR DE LOS LATINOS

Cuarenta años después las cosas han cambiado en Miami, reconoce Forestieri, una transformación que se debe en su mayor parte a las manos hispanas e inmigrantes.

«Esa nueva cara de Miami es en gran parte por nuestros aportes», dice con orgullo de la ciudad que considera su hogar, y donde se desarrolla «The Gordita Chronicles», una comedia que transcurre en la década de los ochenta alrededor de una niña dominicana de 12 años.

HBO Max aprobó este mes la realización del piloto del programa.

Forestieri trae la experiencia de ser parte del equipo de escritores de «Selena: The Series», una producción de Netflix que estrenó el 1 de diciembre reviviendo la leyenda de la reina del Tex-Mex.

La puertorriqueña también hizo parte de los guionistas de «Good Trouble».

BARRERAS DIFÍCILES DE TUMBAR

Para llegar a estos equipos la puertorriqueña de 46 años ha gastado más de 10 años de su carrera, tocado decenas de puertas y pasado por entrenamientos en NBC, HBO y Disney.

«Es un camino muy difícil. Tienes que trabajar en otras cosas para pagar tu renta y sobrevivir. Debes renunciar a muchas cosas para conseguir una oportunidad, que puede ser que nunca se concrete, y para los latinos el esfuerzo es el doble, o el triple», considera.

La ausencia de narrativas latinas en el cine y la televisión es un problema tal que el Caucus Hispano del Congreso encabezó una audiencia del Comité Judicial de la Cámara de Representantes hace unas semanas para abordar la disparidad.

El Caucus y el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara solicitaron en octubre que la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de EE. UU. realice un informe sobre el tema. El propósito final de la solicitud es «hacer cumplir los requisitos federales de igualdad de oportunidades» en las industrias del cine, la televisión y las publicaciones.

«Ya es hora de que el Gobierno federal examine este tema del racismo del sistema y la exclusión de los latinos en industrias como la editorial y Hollywood«, dijo en un comunicado el congresista Joaquín Castro, presidente del Caucus.

Y es que, los latinos, que conforman el 18 % de la población en Estados Unidos, alcanzan sólo el 4 % del cine estadounidense. Una cifra mucho menor a la de los afroamericanos que representan el 17 % de todas las imágenes en el cine de Hollywood.

«Son muchos los obstáculos, como convencer a los productores que nuestras historias gustan a todos los públicos, no solo a los latinos», advierte Forestieri sobre uno de los mitos creados en Hollywood con respecto de los temas hispanos.

Por el momento, la puertorriqueña se concentra en sacar adelante su creación, y en que se apruebe una primera temporada.

También trabaja en expandir el concepto de su cortometraje «Unimundo 45», que cuenta las aventuras que pasan en el interior de un noticiero en español en EE.UU..

«Ese es otro mundo lleno de personajes de diferentes nacionalidades, experiencias, pero que reúne el esfuerzo y el espíritu de los inmigrantes en Estados Unidos«, concluye.