Sobre como los recuerdos se transforman en historias y estas a su vez en mitos, es de lo que trata la obra «Villa Olímpica», una puesta en escena que plantea un sinfín de preguntas existenciales y problemáticas sociales que hacen que su protagonista, el mexicano Bruno Bichir, considere que aunque aparentemente «las cosas ya cambiaron, no cambian».

Un diálogo entre Bichir y la mexicana Itari Marta sobre las memorias de sus personajes, que a su vez algunas son suyas, abren un espacio a la reflexión sobre una sociedad a la que no le importa el arte, que es racista, clasista y profundamente desigual.

«Por eso es tan difícil decir de qué trata la obra, el gran tema son los mitos y cómo los abordamos, cómo recordamos, cómo nos enganchamos amorosamente con nuestros recuerdos y cómo hacemos mitología de ello», dice este jueves en entrevista Bichir, y resalta que el proyecto también tiene todo un contexto histórico y personal detrás.

Escrita por el dramaturgo chileno Eduardo Pávez Goye, la obra está inspirada en fragmentos de su vida y la de sus actores, así como en la realidad política de Chile y las ejecuciones que se llevaron a cabo en la Villa Olímpica de Santiago de Chile durante la Operación Albania (1987), en tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet.

«A Eduardo le interesaba hablar de este movimiento social, político y económico de su nación, la dictadura en Chile con las atrocidades dentro del Estadio Nacional, dentro de la Villa Olímpica, y empata con los hechos del 68 en México», menciona.

Sin embargo, el contexto histórico es sólo uno de los puntos que inspiraron la realización de la obra, que ya se estrenó en formato virtual y que seguirá su camino cada viernes hasta el 27 de noviembre.

Además de ser una crítica a una sociedad tecnócrata y descuidada con el arte, «Villa Olímpica» cuestiona al espectador sobre el sentido de la vida, la razón de la existencia humana y la trascendencia.

«En tres generaciones nos van a olvidar al menos que haya alguien que cuente las historias que valgan la pena», sentencian los personajes de la obra quienes se comunican a través de pantallas.