Meghan Markle y Harry se mudaron de forma permanente de Vancouver, Canadá para vivir en Los Ángeles, California. La razón principal de la pareja fue porque querían evitar pagar impuestos en los dos países.  Así que fueron las finanzas y la economía que hicieron trasladarse a los duques de un país a otro.

En el medio de The Sun, una de sus principales fuentes dijo lo siguiente: “Inicialmente, Harry y Meghan querían tener su sede en un país como Canadá, y ganar su propio dinero mientras realizaban algunos deberes reales, pero su plan no salió como querían”.

Según el medio de The Sun, la pareja de duques quería obtener visas de trabajo en Canadá, pero este trámite sería difícil debido a que Meghan sigue siendo ciudadana de Estados Unidos, por lo que la duquesa de Sussex tendría que pagar impuestos en Estados Unidos y Canadá.

Además el gobierno canadiense dejó en claro que no los apoyaría en sus costos de seguridad, como guardias y tratos especiales por ser miembros de la realeza. Por lo que le convenía y tendría mucho más sentido vivir en Hollywood y solo pagar impuestos estadounidenses.

Los expertos dijeron que Meghan, de 38 años, tendría que informar los ingresos del trabajo por cuenta propia de las publicaciones patrocinadas en las redes sociales o la mercancía vendida, al tiempo que pagaría un impuesto del 15,3 por ciento para cubrir los impuestos sobre la seguridad social y gastos médicos.

También habría tenido que cumplir con la declaración de impuestos al Servicio de Impuestos Internos de los Estados Unidos en cualquier cuenta bancaria extranjera. Debido a que la pareja quiere desarrollar un negocio de mil millones de libras, pero Meghan solo habría podido excluir alrededor de 90,000 euros al año de los impuestos.