Un sacerdote que prohibió los libros de Harry Potter en la biblioteca de una escuela católica de Tennessee fue acusado por padres de ocasionarles a sus hijos daño psicológico y espiritual.
The Tennessean obtuvo una carta de 2017 en la que 14 padres de la Escuela Católica St. Edward exhortaron a la diócesis de Nashville a despedir al reverendo Dan Reehil.
La carta, con 50 puntos, decía que Reehil era un narcisista tóxico que odiaba al papa Franciso y que se veía a sí mismo como «un soldado de Dios». Señalaba que «nuestra escuela, sin embargo, consiste de niños, no de soldados».
El vocero diocesano Rick Musacchio dijo que tanto las ideas de Reehil como aquellas del pastor retirado más liberal al que reemplazó tienen cabida en la iglesia.
Reehil no respondió a solicitudes de entrevistas del diario. En un email, dijo que retiró los libros de J.K. Rowling porque contenían «hechizos y maldiciones reales».