ZEMPOALA: Donde la historia cobra vida y la magia se siente en cada rincón
La historia, la cultura y la gastronomía se mezclan en Zempoala para dar vida a una experiencia llena de tradición. La huella de teotihuacanos, toltecas y chichimecas permanece tangible en su gente y su tierra. A través del pulque y su cocina ancestral, este Pueblo Mágico conserva su esencia.
Templo de Todos los Santos
En el centro del municipio, se alza el imponente templo fundado entre 1570 y 1580 por frailes Franciscanos, con una sobria fachada de estilo plateresco. Su estilo arquitectónico proyecta la imagen de los denominados conventos de fortaleza, con altos muros terminados en almenas. En su interior, alberga pinturas bíblicas junto al altar principal.
Acueducto del Padre Tembleque
Zempoala también posee uno de los ejemplos más notables deingeniería hidráulica de la época novohispana. El acueducto es considerado patrimonio de la humanidad. Su creación fue gracias a Fray Francisco de Tembleque, quien tuvo el empeño de llevar agua hasta el pueblo de Otumba desde los manantiales que se ubican a los pies del Cerro del Tecajete, a 34 kilómetros de distancia.
Cerro del Tecajete
Con una altura de 300 metros, el Cerro del Tecajete es un volcán inactivo que adorna la vista de Zempoala. Recibe su nombre del náhuatl “tlecaxitl”, que significa anafre. Actualmente, la Ruta del Volcán Tecajete es ideal para deportistas y aficionados del senderismo, atletismo y bicicleta.
Gastronomía
En el corazón de Zempoala se ubica la panadería “La Guadalupana”, que es un referente de sabor y tradición, con más de un siglo deleitando a generaciones. Por su parte, el restaurante “Casa Antigua”, recibe a sus comensales con una fuente de cantera y delicadas lianas de flores.
Parroquia de Santo Tomás Apóstol
Un pueblito lleno de magia y tradición perteneciente al municipio de Zempoala es Santo Tomás. En donde puedes disfrutar de tranquilos paseos, degustar platillos deliciosos en lugares como Rosa Fresca, un bello espacio donde los sabores, aromas y colores deleitan todos los sentidos y, por supuesto, la visita obligada, la parroquia Santo Tomás Apóstol que fue construida en el siglo XVI y es considerada una joya del barroco mexicano. También podemos encontrar productos artesanales de alta calidad como los Sombreros Don Javier, confeccionados con pelo de conejo de la más alta calidad.
Corredor de las Haciendas
Transporta a la época colonial con antiguas haciendas pulqueras convertidas en espacios para eventos. Casa Grande, con más de 160 años, fue testigo de la Revolución Mexicana, mientras que San Juan Pueblilla pasó de producir pulque a cervezas artesanales. Los Olivos, de 1870, destaca por su arquitectura con catorce arcos, ideal para bodas. San Antonio Tochatlaco, ahora museo, conserva su tinacal original, recordando su importancia como una de las principales haciendas pulqueras del país.