Disney, la considerada empresa de entretenimiento más grande del mundo está perdiendo valor en el mercado de acciones, entre sus principales problemas se encuentran las pérdidas en sus negocios de video y la caída abrumadora de suscriptores a su servicio de streaming.
Tras el desastre económico que dejó la pandemia y las cuestionables decisiones del anterior CEO de la empresa, Bob Iger hizo su triunfal regreso en noviembre del 2022 acompañado de un recorte de gastos, que incluyó la supresión de 7 mil puestos de trabajo.
En comparación, Netflix ha recuperado un valor del 49% este año, tras una serie de polémicas pero necesarias decisiones, como el uso limitado de cuentas compartidas, la introducción de anuncios en planes de suscripción básica y la reducción de inversión en las producciones originales.
Si bien estas medidas tomadas por Netflix, fueron criticadas en su momento por la competencia y los consumidores, Disney ha entendido las razones que orillaron al titán del streaming a cambiar su plan de negocios, por lo que ya se encuentran en planes de seguir sus pasos.
Y es que el negocio del streaming fue un éxito debido a la pandemia por covid-19, pero a largo plazo fue como darse un disparo en el pie, debido al surgimiento de más servicios de streaming y la sobre explotación de los mismos, trayendo a la pantalla chica megaproducciones que no son rentables a pesar del aumento de suscriptores.
Al mismo tiempo Disney, que tenía una gran cantidad de ingresos con su renta y venta de videos, tanto digitales como físicos a precios exorbitantes, terminó colocando todo su contenido en una sola plataforma a un precio ridículamente más barato en comparación.
Como si no fuera suficiente, el impacto de las huelgas de Hollywood se está convirtiendo en un problema mayor con cada día que pasa, por lo que a la empresa del ratón le urge encontrar rentabilidad en vísperas de un mejor mañana.