Gracias a la creación de una Startup en el año 2019, que produce celulosa a partir de residuos de piña, Adolfo Martín Vidal Ruíz del Tec de Monterrey campus Puebla fue galardonado con el Premio al Estudiante Emprendedor 2023 en México.

Siento raro recibir ese reconocimiento, llevo 4 años en emprendimiento, pero con mi empresa constituida legalmente uno, se llama Celal-Mex”, expresó con orgullo Vidal.

El Global Entrepreneurship Study Award (por sus siglas en inglés), lo entrega la Entrepreneurship Organization (EO), ente de emprendimiento reconocido del mundo.

EO evalua 2 caracteristicas para otorgar el premio, en una relación porcentual 70-30 a través de un concurso, como son la trayectoria de los emprendedores y su proyecto.

“Hay eliminatorias regionales por país que fue donde gané, y te dan pase al mundial de emprendimiento. Ahí ya gané cuartos de final y voy para semifinales”, dijo el estudiante de Biotecnología.

De momento, el proyecto se encuentra entre los 4 mejores emprendimientos de Latinoamérica, junto a otros 3 de Puerto Rico, Colombia y Perú.

Serán los días 1 y 2 de mayo en Capetown, Sudáfrica, cuando EO de a conocer a los 6 finalistas del evento, entre los que el estudiante mexicano espara ser incluído.

Sustentable y social

Adolfo Vidal compartió que en México se generan más de 13 mil toneladas de residuos de piña, suficientes para llenar el Estadio Azteca en un año, razón por la que decidió crear una empresa que generara un cambio.

La creación de Vidal y sus socios Carlos Martínez y Eduardo Méndez, también estudiantes de Biotecnología, se encarga de recuperar la raíz y las hojas de las piñas, que por lo general van a la basura o se echan a perder.

Producimos celulosa a través de residuos agrícolas de piña; es una fibra con la que se hace ropa, papel, cartón, algodón, productos que habitualmente viene de árboles”.

Otro producto es una harina de piña no comestible, 100 por ciento industrial, que sirve para producir bioplásticos para uso exclusivamente agrícola.

“También tenemos en investigación farmacéuticos y fitoquímicos a partir de los mismos residuos de la piña”.

Adolfo añadió que un punto en el rubro social, es que estos residuos no contaban con un precio en el mercado, por lo que propusieron a agricultores comprarles su basura y generarles un ingreso extra.

Apoyo experimentado

Vidal compartió que para realizar presentaciones sólidas, cuenta con el apoyo de empresarios que lo asesoran en el área de mercadotecnia.

“Me enseñaron de marketing y también a venderme en inglés, por eso creo que hay posibilidades de ganar la final“.

Adolfo relata que fue gracias a una materia cursada en el Tec campus Puebla, donde él y sus socios encontraron el problema que hoy resuelven con su proyecto.

“Luego es entrar a la parte de cómo producirlo, eso es a través de una investigación que se llevará el tiempo que se lleve; nosotros tardamos año y medio y seguimos en investigación con nuevos productos, afirma.

¿Unicornio de biotecnología?

El objetivo que Adofo Vidal y sus socios tienen para su empresa es el de llegar a ser el primer unicornio de biotecnología mexicano.

“Queremos que la mayoría de las materias primas básicas del mundo vengan de residuos agrícolas y no de árboles y petróleo”.

“El primer impacto sería ambiental, al ayudar a salvar lo equivalente al 25 por ciento del Bosque de Chapultepec por año, y el segundo, que en la zona en la que actualmente trabajamos aumentaríamos el 15 por ciento del ingreso per cápita de los agricultores”.