«Euphoria» regresa más extrema y con una Zendaya explosiva
Con subidas más explosivas y caídas más profundas. Así llega la segunda temporada de la controvertida y exitosa serie estadounidense “Euphoria” (ganadora de tres premios Emmy), que regresa a HBO Max cargada de sexo explícito, violencia, drogas e intensidad.
“No es una temporada fácil, de ninguna manera es fácil de ver. Esta temporada es de alturas altísimas y de caídas profundísimas. Algunas cosas son realmente divertidas e hilarantes, pero también hay cosas tremendamente angustiosas”, adviertió Zendaya en un encuentro digital con varios medios de comunicación.
Esta temporada arranca con Rue de nuevo en la rueda de las adicciones, a punto de reencontrarse con su gran amor Jules (Hunter Schafer) y con la aparición de un nuevo personaje en su vida, interpretado por el cantante Dominic Fike, uno de los fichajes de esta temporada.
Y llega con retraso, pues el rodaje se vio interrumpido en numerosas ocasiones por la pandemia. Lejos de lastimarlo, tanto Zendaya como Hunter Schafer, también presente en el encuentro con medios, agradecieron haber tenido este tiempo para digerir la presión.
«Cuando haces algo que es tan bueno, te quieres ganar a ti mismo y eso en algún momento puede inhibirte de hacerlo, así que me alegro de que tuviéramos ese tiempo”, contó la modelo y actriz Schafer, que se ha convertido en todo un icono de la comunidad LGTBI+.
Entre una temporada y otra se han rodado y emitido, hace un año, dos episodios especiales que también sirvieron de “preparación” para continuar la historia, y para dejar escapar la presión generada por el fenómeno, explica Schafer.
Zendaya añadió: “El tiempo fuera nos permitió sentirnos un poco fuera de esto para luego volver a sentir que entrábamos dentro”. Y también le ha servido, el tiempo, para darse cuenta de que “Euphoria” va mucho más allá del escándalo.
Por eso esta temporada, afirmó Zendaya, pondrá «muy a prueba la empatía de los seres humanos». «Si amamos y nos preocupamos por Rue, si podemos toparnos con sus puntos más oscuros, verla tocar fondo, y aun así amarla, recordar que es un ser humano que está sufriendo de una enfermedad y de cosas que ella no siempre puede controlar o no tiene herramientas para hacerlo, podemos extender eso a las personas en la vida real y tener la misma empatía por las personas que luchan contra la adicción en el mundo real», sentenció.