James Franco fue acusado por cinco mujeres en 2018 de explotación durante escenas de desnudos en su escuela Studio 4, en el norte de Hollywood.
Las alumnas habían denunciado al actor y sus socios de la escuela Studio 4 por haber desarrollado «un comportamiento inapropiado hacia las estudiantes sexualizando su poder de profesor incentivándolas con oportunidades de papeles en sus proyectos».
«Mira, voy a admitirlo, me acosté con esas estudiantes», dijo Franco, de 43 años, en su primera entrevista sobre los señalamientos. «Durante el tiempo que enseñé, me acosté con estudiantes y estuvo mal. Pero como dije antes, no es por eso que abrí la escuela», comentó el actor en The Jess Cagle Show, transmitido en la plataforma radial SiriusXM.
Franco y sus abogados habían negado antes que hubiese simulado sexo oral en varias actrices, y que retirara un protector de plástico que cubría sus vaginas.
De acuerdo con las acusaciones, también usaba su escuela de cine para cazar a mujeres sexualmente disponibles, pidiendo a las estudiantes a bailar alrededor de él en toples en una escena sin guión, y «[haciéndole] creer a todo el mundo que habría papeles disponibles a cambio de actos sexuales o de quitarse las blusas»,
Presionado sobre como él no comprendía el desequilibrio de poder entre una estrella de Hollywood y sus estudiantes de cine, Franco argumentó que reemplazó su adicción al alcohol con adicción al sexo y a su propio estatus de celebridad.
«Supongo que lo que pensaba en ese momento era ‘si es consensual, ok’. (…) Claro, yo sabía, hablé con otra gente, otros profesores… probablemente no está bien», declaró.