Revolucionó la música electrónica, popularizó la «rave» y se convirtió en el mayor aliado del veganismo. Moby, quien nunca ha dejado indiferente a nadie, regresa con un documental y un disco, «Reprise», en el que reinventa sus canciones en formato orquesta.
«Tengo 55 años y siento que mis años de fiesta ya quedaron atrás. Me cuesta decirlo, pero mi vida en pandemia ha sido muy parecida a la de antes. Algunos dirían que soy aburrido», explica el músico.
Resulta difícil creer que uno de los impulsores del «dance», compositor de rompepistas como «Go» y «South Side», defina su día a día con las palabras «simple» y «monacal».
«No tengo mucha vida social ni vida romántica, pero soy feliz», asegura.
El músico de Nueva York, afincado en el sur de California, ha dedicado tiempo a pensar. Publicó dos memorias, «Porcelain: A Memoir» y «Then It fell Apart», y este viernes tiene estreno doble: Un recopilatorio y un documental en el que intervinieron David Bowie y David Lynch.
El álbum, que cuenta con la Orquesta de Budapest, está inspirado en el concierto que Moby dio en 2018 con el venezolano Gustavo Dudamel y la Filarmónica de Los Ángeles.
«La música clásica está en mi ADN«, dice en esta entrevista en la que recordó su amistad con David Bowie, la obsesión por la fama y su pasado con las drogas.
Pregunta: Pasar del «techno» a la solemnidad de una orquesta… ¿Mundos muy diferentes?