Es argentino pero Nahuel Pérez Biscayart (Buenos Aires, 1986) es capaz de hablar alemán con acento lituano, francés como si fuera español o un idioma inventado como hace en «El profesor de persa», un drama histórico ambientado en la Francia ocupada por los nazis que se estrena el próximo viernes en cines en España.

«Yo no pienso si hablo una lengua o no, voy y lo hago», dice en una entrevista con Efe este actor nómada y humanista, que encontró en el grupo de teatro del instituto un espacio de «conexión con el otro» que ha definido su forma de trabajar hasta hoy. «No puedo actuar en cualquier proyecto y con cualquier persona, no soy un funcionario de la actuación», asegura.

Curtido en el cine europeo, su consagración le llegó con «120 pulsaciones por minuto» (2017) de Robin Campillo, en la que interpretaba a un joven seropositivo a principios de los 90. Ahora se encuentra en Barcelona para rodar, junto a Noemi Merlant («Retrato de una mujer en llamas»), la próxima película de Isaki Lacuesta, sobre el atentado de la sala Bataclán en París.

El guion es una adaptación de la novela corta escrita por Ramón González, un español superviviente del atentado, y se centra en el año después de la tragedia, «en cómo reconectar con la vida después de este hecho traumático», describe el actor. «Es también una historia del amor como punto de unión, liberación y superación de los miedos».

Hablando de sus últimos proyectos, el argentino se da cuenta de que todos sus personajes son supervivientes. «En cierta manera actuar en sí es sobrevivir, es tirarse a un vacío y apostar por algo que uno no sabe como va a salir parado», reflexiona y rápidamente matiza, «hablamos de supervivencias creativas y elegidas».